El juicio contra Francisco Canela Grima por la muerte de Robert Racolti de un disparo en la cabeza, en enero del 2016 en Ricla, no se repetirá. Lo solicitó su defensa por considerar que se habían producido varias infracciones legales, si bien el Tribunal Supremo lo ha rechazado.

Canela fue juzgado en dos ocasiones por el mismo caso. De la primera salió condenado a 4 años por considerar que fue un homicidio imprudente y que se debían aplicar varias atenuantes: confesión, consumo de alcohol y miedo insuperable y la segunda, tras repertirse la vista, la condena se elevó a 11 años. Inicialmente se enfrentó a 25 años de cárcel. Dada las circunstancias especiales de este asunto, el encausado, defendido por Soraya Laborda, se encuentra en libertad provisional, si bien, tras el fallo del Supremo, la situación cambiará tal y como solicitan los abogados Cristian Anghel y Mariano Montesinos.