L Policía Nacional y Guardia Civil han participado en una operación llevada a cabo por la Gendarmería francesa en Pau contra el tráfico ilegal de vehículos en su país. En el «macrodispositivo», activado en la localidad gala de Pau, han participado alrededor de noventa agentes de distintos cuerpos policiales dirigidos desde el Centro de Coordinación Policial y Aduanera (CCPA) de Canfranc, que han controlado, desde el pasado martes, 322 automóviles en los que viajaban 337 personas, según fuentes del Ministerio del Interior.

Durante dos horas, los agentes realizaron controles en las vías de acceso a Pau, así como en el conocido como Campamento Nobel. Dichas fuentes aseguraron que los investigadores han detectado vehículos con indicios de presunta manipulación, especies animales protegidas en Francia procedentes, supuestamente, de la caza furtiva y objetos presumiblemente obtenidos en robos.

Los agentes se han incautado de los efectos de posible origen ilícito al objeto de iniciar las correspondientes investigaciones por parte de las autoridades francesas. Los agentes han incautado los efectos de posible origen ilícito al objeto de iniciar las correspondientes investigaciones por parte de las autoridades francesas.

El CCPA de Canfranc lleva diez años coordinando a las fuerzas hispanogalas para combatir la delincuencia. Este escenario, el único de los cuatro de la frontera con Francia ubicado en suelo español, alberga oficinas y hace las veces de comisaría de la Unidad de Extranjería y Documentación de la localidad oscense.

Las patrullas conjuntas entre España y Francia se compone de tres coches, uno de los cuales es del país vecino, a ambos lados del Pirineo. Los agentes extranjeros van con su uniformidad, su vehículo y armados, y su función es el enlace, como en el centro de cooperación, y el apoyo.

Los componentes extranjeros van armados, pero en principio no tienen jurisdicción para intervenir en una acción policial salvo para repeler una agresión.Lo que más destacan los participantes son las diferencias en el trabajo que encuentran. Algo que ya se nota en el centro, con mejores horarios para los galos, pero también en los controles. Allí, indican los efectivos de la Policía, los controles se complican mucho menos, con una simple señal de Stop y dos agentes, sin el despliegue de conos y efectivos propio de este lado de la frontera. Los franceses solo pueden regisrtrar con orden judicial.