La nueva estación de Canfranc empieza a mostrar su apariencia definitiva a la espera de que «a finales de noviembre o principios de diciembre» los primeros viajeros recorran esa nueva zona de andenes que se ha construido en la terminal aragonesa. Son las previsiones que maneja el alcalde de la localidad, Fernando Sánchez, que incluso a pesar de la pandemia que lo sacude todo actualmente, ve con satisfacción todos los plazos se estén cumpliendo y se dirijan a un 2021 que «va a ser un año muy importante para todos». La materialización de la nueva estación supone empezar a ver la luz al final de un túnel que ya duraba demasiados años. Sobre todo cuando el pasado miércoles asistieron a las pruebas de iluminación de la terminal, que da un cambio radical a su imagen y un halo de esperanza a cómo será en un futuro cada vez más próximo y más parecido al siglo actual.

Para el primer edil es un aldabonazo muy serio a las aspiraciones de que se modernice la línea hasta Huesca y se plantee cumplir con una conexión con Francia que a ambos lados del Pirineo ya apuntan para el 2025. «Por lo menos empezamos a ver realidades, no solo imágenes en el papel», comenta Sánchez. A finales del año próximo o principios del 2022, Canfranc, Aragón y España podrán decir que han hecho los deberes para que eso se pueda cumplir, para que el sueño de la recuperación de la línea hasta Pau sea una realidad en el territorio español. Y ahora, por fin, se está trabajando y estudiando en las necesidades de mejora a acometer en el interior del túnel que conecta ambos países, un territorio inexplorado que en el pasado reflejaba el contraste entre las infraestructuras galas y aragonesas, ya que el ancho ibérico sin electrificar español nada tenía que ver con el ancho internacional electrificado francés.

Ahora, se está trabajando en la «interoperabilidad», destaca el consejero de Vertebración del territorio, Movilidad y Vivienda de la DGA, José Luis Soro, que permite avanzar en proyectos y que la convocatoria de ayudas europeas entrara en ese túnel que lleva décadas cerrado para los dos países. Eso es buena noticia y «por eso es un momento clave para tener las condiciones idóneas de cara a la reapertura», añade el titular del departamento, que ensalza como elemento diferenciador con el pasado que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana --antes llamado Fomento--, es «un aliado» en esta aspiración». «Era imposible convencer a Europa de reabrir la línea su la estación fuera una ruina», subraya.

Pero quedan cosas muy relevantes por acometer y, en este sentido, la nueva terminal de viajeros dará el impulso definitivo a otras mejoras en el eje ferroviario hasta Huesca que son también necesarias y cuyos proyectos de ejecución ya están a punto de salir del horno.

El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) encargó la redacción de unos proyectos de ejecución que antes de final de año le serán entregados. Y con ellos sobre la mesa «no habrá excusas para que las obras salgan a licitación en el 2021», confía el alcalde de Canfranc. Y si todo va según lo esperado, dentro de solo un año lo que el municipio estará celebrando será contar con una línea más segura y competitiva en un trazado que ahora no lo es, su entrada en el siglo XXI de verdad y con vistas a su modernización integral. Traviesas mejoradas, más medidas de seguridad, mejores prestaciones en la infraestructura, más velocidad de los convoyes y menos tiempo de recorrido.

Lo que es evidente es que a Canfranc y a la DGA estos trabajos no les van a coger con los deberes por hacer. La nueva terminal será una realidad en poco más de un mes y eso conllevará el traslado de todo el tránsito de viajeros al otro lado de la terminal. Según explica Soro, dependerá de lo que tarde en llegar la autorización de la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que es para lo que se están haciendo todos los test, incluido el de la iluminación de esta semana.

Y cuando ese trasvase de viajeros sea una realidad empezará la urbanización de la explanada principal, antes de finalizar el año, que reportará a la localidad «14 hectáreas de terreno urbano», con nuevas zonas verdes y de tránsito peatonal, un parque infantil y mobiliario que evoque ese «ambiente ferroviario», subraya su alcalde, que siempre se ha respirado en la zona.

Y en esa entrada al 2021 faltará solo el inicio de las obras de reconversión de la estación en hotel, que solo está pendiente de recibir una licencia municipal que, según el alcalde, llegará este mes o el próximo. Así que el nuevo año puede iniciarse con máquinas trabajando en un edificio al que ya se le ha lavado la cara por fuera