La localidad francesa de Accous albergó ayer la presentación del Libro Blando Fortalezas para la optimización del tráfico de la línea Pau-Canfranc-Zaragoza, un nuevo documento en el que se reflejan los principales argumentos para la reapertura de la línea transfronteriza, financiado a través de los fondos europeos Interreg Poctefa, dentro del proyecto Canfraneus.

La presentación, enmarcada en una jornada técnica, contó con la presencia del consejero de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, y el presidente de la Región de Nueva Aquitania, Alain Rousset, que presentaron la jornada y el documento. Este Libro Blanco propone planes de acción para convertir la reapertura en un éxito territorial, aglutinando a todos los actores locales. Una de las claves que destacó Soro en su intervención fue «la labor conjunta en unas acciones que servirán para mejorar la vertebración del territorio y la cohesión social».

MERCANCÍAS

Soro destacó que la futura línea podría transportar hasta 2 millones de toneladas de mercancías al año, lo que supondría «sacar de la carretera unos 200 camiones diarios, un dato muy importante en el proceso hacia la movilidad sostenible hacia la que debemos avanzar». Y en la movilidad personal, se estima que el tren podría absorber buena parte de los 600.000 desplazamientos por carretera que actualmente se producen.

En la vertiente turística, la línea facilitaría la conversión de la zona en un destino internacional, y se contempla la creación de un tren turístico, basado en modelos de éxito como el tren minero del Prepirineo o el Tren de las Maravillas, entre Niza y Tende.

La línea también se relaciona con la potenciación del Camino de Santiago. Al respecto, el consejero aragonés recordó otras medidas de impulso como la creación del centro de acogida de peregrinos en la Explanada de los Arañones en Canfranc, el albergue de peregrinos en Canfranc pueblo o la mejora de los senderos. En la parte francesa se apuesta por la recuperación del Fuerte de Portalet y se estima que se podría atraer hasta 60.000 personas, diez veces más que ahora.

El consejero Soro destacó que con este documento «nos cargamos de argumentos para seguir reclamando en Europa la financiación necesaria para llevar a cabo tanto los estudios como las obras para lograr la reapertura».

EN CINCO AÑOS

El documento la estima para el 2025, teniendo en cuanta las acciones que se están desarrollando y que el mayor escollo se encuentra en los 33 kilómetros entre Bedous y Canfranc.

El consejero incidió en que la colaboración entre las instituciones ha sido clave para lograr fondos del Mecanismo Conectar Europa, en lo que seguirán trabajando para las obras de recuperación y adaptación de la vía y la reapertura del túnel.

Hasta el momento, el dosier del 2017 permitió conseguir más de 7 millones de euros para un estudio de reapertura, y el pasado mes de septiembre se aprobaron otros 2,8 millones para el proyecto, más centrado en la reapertura del túnel internacional de Somport, la playa de vías y la estación de viajeros en Canfranc.