La primera edición de esta espectacular y ya plenamente consolidada recreación histórica tuvo lugar en dos bellos atardeceres de sendos y consecutivos días de verano del 2016, en el municipio de Herrera de los Navarros. En aquella ocasión, las actividades se redujeron a una -espero que interesante y amena, por haberla pronunciado quien estas letras escribe- conferencia sobre la batalla (la cual tuvo lugar el 24 de agosto de 1837) en el centro cultural de Herrera de los Navarros, y una intimista obra de teatro, inspirada en aquella batalla, que al día siguiente puso en escena la compañía Los Navegantes en la plaza de la iglesia. A partir del 2017 también la población de Villar de los Navarros se sumó a su vecina y hermana -también de nombre- villa de Herrera, en este apasionante proyecto de la recreación de una batalla que tuvo lugar en la primera guerra civil carlista (octubre de 1833 - julio de 1840). En aquella ocasión triunfó el ejército de Don Carlos, que obtuvo una tan aplastante como sorprendente victoria frente al más numeroso y mejor pertrechado ejército de la reina Isabel II.

Implicación institucional

Pero como todas las cosas, que nunca surgen porque sí, para el desarrollo de la recreación histórica de aquel acontecimiento (la batalla de Villar de los Navarros, también conocida en algunos libros de historia como la Acción de Herrera) ha sido fundamental el apoyo recibido por parte de los dos ayuntamientos implicados -Villar de los Navarros y Herrera de los Navarros- así como de la Comarca del Campo de Daroca (a la que pertenecen) y de la DPZ. Instituciones que desde un primer momento apoyaron y promocionaron este gran evento cultural, ahora convertido en un importante revulsivo de dinamización social y eje de atracción turística -también a nivel nacional- para toda la comarca.

Este fin de semana no hay que perderse los atronadores disparos de cañón de época y espectaculares recreaciones de la batalla, a cargo de la Asociación de Amigos del Museo Militar de Valencia. Y tampoco la puesta en escena de la magnífica obra de teatro que -bajo la dirección de Los Navegantes- tendrá lugar, un año más, en la plaza de la iglesia de Herrera de los Navarros, con el aliciente añadido de la participación en ella como actores de muchos vecinos de la localidad que han trabajado todo el año en la representación.

En cuanto a su trascendencia histórica, la batalla de Villar de los Navarros cuenta con numerosos centros de interés, el primero de ellos, la presencia del propio Carlos V, tío de la reina Isabel II, quien contempló los combates desde el privilegiado otero situado en uno de los cerros próximos a la majestuosa cima del santuario de la Virgen de Herrera. Otro hecho insólito es que aquella gran victoria carlista tuvo mucha más repercusión mediática en Inglaterra que en España; tanta que el diario londinense The Morning Post le dedicó parte de una de sus portadas y dos páginas completas en su interior. El porqué de este hecho lo hallamos en otro excepcional: la batalla fue narrada por el primer corresponsal de guerra de la historia: Charles Lewis Gruneisen, empotrado en el ejército carlista apenas un par de meses antes de este acontecimiento. En España, la batalla fue mencionada por el historiador y periodista Benito Pérez Galdós en uno de sus episodios nacionales (La Estafeta romántica), marginalmente tratada en La venta de Mirambel de Pío Baroja y por supuesto ensalzada en el Boletín Real del cuartel general del ejército carlista.

Asimismo llama la atención la participación en la Accion de Herrera de personajes muy relevantes de la época. Fue el caso del joven príncipe checo Félix Lichnowsky, quien se destacó en los combates como general de la caballería carlista con tan solo 24 años de edad. De vuelta a su país, años después llegaría a ser uno de los principales mecenas del célebre compositor Franz Liszt. Y también muy destacados fueron los máximos generales en jefe de ambos ejércitos: por el bando carlista, el Infante Sebastián Gabriel de Borbón, sobrino de Don Carlos, y por el isabelino, el barcelonés José Clemente Buerens, quien había obtenido el despacho de mariscal de campo de los Ejércitos nacionales (el mayor empleo al que un militar podía ascender) el 8 de octubre de 1836, es decir apenas unos meses antes de sufrir su aplastante derrota en la batalla de Villar de los Navarros.

La debacle a resultas del triunfo carlista fue de tal magnitud para los intereses de la reina Isabel II, que el propio general isabelino Baldomero Espartero (quien hacía apenas unos días había sido nombrado presidente del Consejo de Ministros de España) asumió el mando de una división de ejército en persecución de Don Carlos; pero fue incapaz de impedir que el pretendiente a la Corona de España llegara, apenas dos semanas después de su gran victoria, a las mismas puertas de Madrid, amenazando el trono de su sobrina. Sin embargo (y continúan siendo desconocidas las razones) el pretendiente levantó el sitio a los pocos días y se retiró con su ejército hacia su cuartel general de Estella, en el virreinato de Navarra.

De manera que, teniendo en cuenta lo anterior y otros interesantes datos que sobrepasan los límites de este artículo, bien podría decirse que la batalla de Villar de los Navarros fue «la otra cara de la Cincomarzada». Pero para saber más, y pasarlo bien, vayan este fin de semana a Villar y Herrera de los Navarros, paseen, degusten en familia de la buena gastronomía de la zona y vean en directo un pedazo de nuestr a historia. La diversión está garantizada.