Madrid.-- El capitán médico Miguel Angel Sáez ha declarado ante la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios que la comisión que viajó a Turquía para hacerse cargo de los cadáveres de los 62 militares españoles fallecidos en el accidente del Yak-42 no realizó ninguna autopsia y que las autoridades turcas no les permitieron tocar los cuerpos. Fuentes de la acusación y de la defensa han coincidido en señalar que el capitán Sáez, primero de los cuatro imputados en el caso en declarar, ha admitido que no hicieron autopsias, y ha dicho que lo que realizaron fueron meros partes donde detallaban el examen ocular que hacían de las bolsas donde se recogían los restos de cada víctima. En su opinión, su tarea la pudo haber hecho cualquiera sin necesidad de ser médico. El oficial ha señalado que no hicieron ninguna prueba a los cadáveres y que el fiscal de la delegación turca les impidió tocar los mismos, que se les entregaban en bolsas identificadas con un número y un nombre. Ha indicado que en un momento determinado trataron de coger la alianza de uno de los militares y el representante turco se lo impidió. Examen ocularSu tarea consistió en un examen ocular de las bolsas, que el el capitán ha definido ante la juez como necropsia, pese a que, según fuentes forenses de la Audiencia Nacional, esa denominación es sinónimo de autopsia, que negó haber realizado. Durante su comparecencia, el capitán ha hecho hincapié en los problemas lingüísticos que tuvieron los españoles con las autoridades turcas, con quienes incluso llegaron a tener que comunicarse por señas. Algunas fuentes de la acusación han señalado que el capitán Sáez responsabilizó de la identificación de los cadáveres al general de División en la reserva Vicente Carlos Navarro Ruiz, también imputado. Sáez ha añadido que su misión en Turquía consistía en examinar las bolsas con los cuerpos que les entregaban las autoridades turcas y después introducirlas en otras bolsas españolas