El sábado tendrá lugar la primera movilización tras conocerse el cierre definitivo de la térmica de carbón de Andorra. Será más de 15 días después del anuncio hecho por Endesa, lo que evidencia la resignación con la que ha sido acogida la noticia entre los trabajadores y vecinos de la zona afectada. En la esfera política, a seis meses de las elecciones locales y autonómicas, hay más agitación a cuenta de este asunto, que se ha convertido en munición de la batalla partidista y electoral. Unos y otros se echan las culpas del fin del sector minero-eléctrico ligado al negro mineral, del que dependen 600 empleos directos en el nordeste de la provincia de Teruel y otros 3.000 de manera indirecta. Y en paralelo, aumenta la presión sobre la empresa eléctrica para que compense suficientemente al territorio que tanto le ha hecho ganar durante años.

Uno de los críticos con la compañia del grupo Enel ha sido el propio presidente de Aragón, Javier Lambán, que reparte estopa contra ella casi a diario. Mañana viajará precisamente a Andorra para reunirse con los representantes políticos y sociales de la villa minera para «actualizar la información» de la situación. Así lo anunció ayer en una visita a Teruel, donde ratificó que dará la batalla para que ni el Gobierno de España, ni Endesa, ni la Unión Europea «nos dejen abandonados» ante el cierre de la térmica.

Lambán tiene previsto reunirse en el ayuntamiento con la alcaldesa, Sofía Ciércoles, sindicatos y empresarios, a quienes informará sobre las medidas que está tomando el Ejecutivo. «A estas alturas tenemos que ser muy exigentes, inmisericordes, con Endesa y con el Gobierno de España», afirmó, para que sean «justos» con las cuencas mineras.

Estas mismas proclamas se repetirán en la concentración que UGT y CCOO han convocado este sábado, a las 10.30 horas, en la puerta de la térmica de Andorra. Los sindicatos insistirán en reclamar que se prolongue la actividad de esta instalación hasta que haya resultados reales de la esperada «transición justa».

A la misma hora y en el mismo lugar había prevista otra protesta de grupos ecologistas para reivindicar lo contrario: la clausura inmediata de la central sin esperar a junio del 2020. Finalmente la plataforma convocante, liderada por Greenpeace, ha decidido no seguir adelante con este acto, lo que evitará que se produzca situaciones de tensión.

Por su parte, el PP ha planteado en las Cortes de Aragón la creación de una comisión especial de estudio para analizar los criterios que deben regir la transición energética en la comunidad y, en particular, en lo concerniente a la térmica de Andorra. Este foro estaría abierto a la participación de afectados, agentes sociales, administraciones y expertos para buscar alternativas socioeconómicas en la zona.