Un caspolino de 58 años, J. M. F. P., fue condenado ayer a dos años de cárcel por una agresión sexual a otro vecino, en la que le metió un dedo en el ano amenazándole de muerte a la vez. El acusado reconoció los hechos tras haber alcanzado su defensa un beneficioso acuerdo con la Fiscalía. De hecho, inicialmente el ministerio público pedía ocho años de prisión, pero se quedaron en dos, al reconocerle varias atenuantes de la pena.

Concretamente, el acuerdo contemplaba la alteración mental del acusado, la reparación del daño (al haber pagado los más de 3.000 euros fijados como indemnización) y las dilaciones indebidas, ya que el juicio no se celebró hasta ayer habiéndose producido los hechos en el 2012.

Estos, según reflejaba el escrito fiscal, ocurrieron en un bar de Caspe a las 17.00 horas del 25 de octubre del 2012. Según el relato que aceptó el condenado, llegó allí y se abalanzó sobre la víctima, derribándole y sentándose encima hasta impedirle cualquier movimiento.

En esa tesitura, le bajó los pantalones y la ropa interior, y agarrándole fuertemente los testículos con una mano, le introdujo el dedo de la otra, al tiempo que le gritaba «¡esta noche te acostarás conmigo por mis cojones o te pegaré dos tiros!».

Según la acusación pública inicial, la agresión tuvo motivación sexual, aunque fuentes cercanas al caso la enmarcaron más bien en un ánimo vejatorio por la mala relación que mantenían los dos implicados, por otros asuntos.

En cualquier caso el hombre, que reconoció los hechos desde el mismo momento en que llegó la Guardia Civil hasta el lugar, se reafirmó ayer en su culpabilidad. Aunque con una pena que, dado que no tiene antecedentes penales y ya ha abonado previamente la indemnización, le permitirá seguramente eludir el ingreso efectivo en prisión por estos hechos.