La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado a Gabriel C. G. a tres años de prisión por haber intentado violar a su expareja, a cuya casa acudió porque le habían echado de la suya. El hombre deberá permanecer alejado de la víctima otros tres años, e indemnizarla con más de 3.200 euros por las lesiones que le causó en el forcejeo.

Según los hechos probados de la sentencia, Gabriel C. G. fue a casa de su expareja, en Zaragoza, la madrugada del 28 de junio del 2014, y la mujer accedió a dejarle dormir allí, en el suelo.

Sin embargo, él se metió en la cama y comenzó a decirle que la quería y que quería volver con ella, comenzando a manosearla. Ella se negó, se resistió e incluso acabó por irse a dormir al suelo, diciéndole que se marchase. Pero él no cejó, siguiendo el forcejeo y llegando a bajarle el pantalón del pijama. La mujer pudo zafarse de la presa y encerrarse en el baño, desde donde llamó a la Policía, que le detuvo.

La mujer sufrió hematomas y heridas propias de la agresión, así como secuelas psicológicas que la tuvieron de baja.