La red de apoyo mutuo en respuesta a los megaproyectos energéticos cargó ayer en las Cortes de Aragón contra las autopistas eléctricas en la comunidad al considerarlas «inútiles e impuestas». El portavoz Francisco Muñoz, aseguró ante la comisión de Comparecencias Ciudadanas que las líneas de muy alta tensión «solo han traído despoblación». Además indicó que aunque «ya existen once líneas de interconexión y está en marcha la construcción de otra línea submarina» no se ha notado un descensos en los costes de la corriente.

Desde este colectivo destacaron que «luchan a diario por mantener el mundo rural vivo» y que su red de apoyo engloba a cincuenta agrupaciones. Por el momento explicó que trabajan para detener «la amenaza» que para ellos supone la construcción de trescientos kilómetros que irían desde Pau a Sabiñánigo llegando hasta Ejea. «¿Qué ganamos los habitantes del Pirineo con esos monstruos eléctricos por encima de nuestras cabezas?», se preguntó Felisa Benítez, quien también criticó que este proyecto sería «una cicatriz sobre el territorio» que, a su juicio, «afecta a la salud, provoca la devaluación de las propiedades y el sufrimiento del turismo rural».

Por último, Benítez vinculó esta infraestructura al «transporte de energía nuclear barata desde Francia». Por estos motivos, desde la plataforma pidieron a las Cortes que «rechacen estos proyectos» y, además, exigieron el desarrollo de «un nuevo modelo energético en favor de las personas y los pueblos».

Fue el socialista Enrique Pueyo el que recogió el guante de los portavoces y felicitó a la federación por «el gran trabajo reflejado en su extensa documentación». Señaló que desde la DGA comparten las demandas de eliminar la energía nuclear, almacenar la energía renovable o favorecer el autoconsumo. Por todo ello, destacó que en el 2017 ya se hna declarado sesenta proyectos de interés autonómico con 2,7 gigawatios, además de nuevos parques eólicos.