La fábrica de Mequinenza es un activo cada vez más valioso para el grupo Cargill. La empresa especializada en nutrición animal lo ha vuelto a demostrar al ampliar la planta de piensos del Bajo Cinca tras una inversión de más de 20 millones de euros. En concreto, la compañía ha construido una nueva planta de producción anexa a la actual, dos almacenes y unas nuevas oficinas. Estas instalaciones, que están operativas desde hace unas semanas y que han permitido duplicar su superficie en Mequinenza, han creado 23 nuevos empleos, hasta alcanzar los 60 trabajadores.

Con esta ampliación, a cuya inauguración acudieron ayer el director general de Fomento Agroalimentario de la DGA, Enrique Novales, y la alacaldesa de Mequinenza, la compañía ha unificado en la localidad zaragozana toda su fabricación, ya que la factoría de Colmenar Viejo (Madrid) cerrará sus puertas. La apuesta de Cargill por Aragón está directamente relacionada con su proximidad al grueso de la actividad ganadera. Así, la cercanía de la planta a las granjas de cerdos ubicadas en Lérida, Huesca y Zaragoza se adivina fundamental para reducir costes logísticos.

La ampliación ha permitido a la planta diversificar su producción. Antes solo elaboraba productos para lechones, mientras que ahora fabricará una amplia gama de piensos, premezclas o vitamínicos. «Trabajaremos para vacas de leche, terneros, ovino, gallinas ponedoras o cerdos», señaló ayer a este diario el director comercial de Cargill Animal Nutrition para España y Portugal, Gonzalo Idiaquez, poco antes de participar en la inauguración oficial de las nuevas instalaciones.

La nueva planta, que está operativa desde principos de octubre, cuenta con tres líneas de producción diferenciadas, lo que permite obtener, en conjunto, una capacidad de producción de más de 100 toneladas diarias por turno. En un principio está previsto que la fábrica solo trabaje a un turno, pero Idiaquez subrayó que a corto plazo podría incuirse otro más. «Obviamente, eso generará más empleo», dijo Idiaquez.

«La nueva planta, que cuenta con 85 silos, incluye una tecnología de producción muy avanzada con la automatización de procesos y sobre todo calidad en el producto final, cumpliendo los estándares más elevados en seguridad alimentaria», añadió Jolanda van Haarlem, responsable de la compañía en Europa, quien destacó que la inversión en Mequinenza es la más fuerte que ha acometido la firma en los últimos años en el área de nutrición.

AYUDAS DEL PLAN MINER

La fábrica suministrará sobre todo al mercado nacional (casi el 95% de su producción se queda en España), aunque también exportará a países como Francia o Italia. «La cercanía al sector ha sido fundamental, de hecho en los últimos meses no paramos de conocer grupos que están invirtiendo y que van a construir nuevas plantas o mataderos en la comunidad», destacó Idiaquez, que reconoció que las ayudas del plan Miner también ayudaron a que el proyecto se desarrollara en Mequinenza.

La filial de la multinacional norteamericana en la península Ibérica adquirió la factoría zaragozana en el 2011, cuando absorbió a la empresa Provimi. La planta se instaló en Mequinenza en el año 2000.

El negocio de nutrición animal de Cargill tiene más de 17.000 empleados en más de 275 plantas en 40 países que ofrecen una gama de productos y servicios para proveer a los fabricantes, ganaderos y minoristas de piensos en todo el mundo. La compañía comercializa sus productos bajo la marca Nutral SCA.