La Denominación de Origen Protegida Cariñena tiene como objetivo a medio plazo potenciar la variedad de uva que lleva su nombre con una declaración internacional que convierta a la localidad en sede mundial de este tipo de uva y un concurso internacional de vinos elaborados principalmente con ella.

El nuevo presidente del Consejo Regulador, Ignacio Casamitjana, ha comparecido hoy en rueda de prensa para dar a conocer los objetivos de su mandato los próximos cuatro años, uno de los principales promocionar esta variedad, que ocupa actualmente sólo entre el 4 y el 5 por ciento de la superficie de producción de vides en la denominación pero que también se cultiva en Francia, Italia, California, Israel, Australia o Sudáfrica.

En estos momentos, ha asegurado, las bodegas de la denominación están haciendo "verdaderas exquisiteces" con esta variedad, y para impulsarla tiene previsto convocar el primer concurso mundial de "cariñenas" para vinos que estén elaborados en cualquier lugar del mundo con, al menos, el 75 % de esta variedad.

El consejo regulador lleva un tiempo trabajando esta idea con las 32 bodegas registradas bajo el paraguas de la denominación, con el fin de impulsar un tipo de uva que por razones económicas y sociales no fue lo suficientemente potenciada en el pasado, algo que sí sucedió con las variedades francesas, y que se vio muy afectada por la "agresiva campaña" que la UE llevó a cabo en 1988 con el arranque de vides.

Las 670 hectáreas que se dedican al cultivo de esta variedad, ha explicado el secretario general de la denominación, Claudio Herrero, producen entre 3 y 4 millones de botellas al año, con una valoración generalmente excelente y que, por tanto, se pretenden ampliar, siempre con la aquiescencia de las bodegas.

Otro de sus objetivos será continuar, en la línea del trabajo de sus predecesores, potenciando la proyección nacional e internacional de los vinos, con el lema "El Vino de las Piedras",

Casamitjana ha explicado, por otro lado, que en 2016 la Denominación de Origen Cariñena produjo 97,93 millones de kilos de uva y vendió 53,37 millones de botellas, el 67,46 por ciento de ellas al mercado exterior, fundamentalmente a Alemania (8,8 millones), Reino Unido (7,6) y Estados Unidos (3,4), aunque los vinos de Cariñena llegaron el año pasado a 55 países.

Los datos del primer trimestre de 2017 indican que las ventas han crecido un 1,42 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior y la previsión es cerrar el ejercicio con un incremento del 3 por ciento, con unos 55 millones de botellas vendidas.

En cuanto a la previsión de la inminente vendimia de 2017, que comenzará a principios de septiembre, Casamitjana estima que llegará a los 83 millones de kilos, con una reducción del 15 % con respecto a 2016 pero en la media de los últimos diez años, debido, fundamentalmente, a las condiciones climáticas de un otoño cálido y una primavera muy calurosa y con precipitaciones escasas.

Sin embargo, la calidad de la uva en los viñedos en estos momentos es "excelente".

La Denominación de Origen abarca 13.768 hectáreas en catorce municipios, el 32 % de ellas de garnacha tinta, el 24 % de tempranillo y el 13 % de cabernet sauvignon.

Respecto al viñedo ecológico, Casamitjana ha precisado que es una "opción" de cultivo, pero no cree que sea el futuro de la denominación.

No obstante, 13.200 hectáreas de la denominación ya emplean un método ecológico para la lucha contra la polilla, basado en la colocación de una de cada tres cepas de cordeles impregnados de feromonas sexuales femeninas que provocan el agotamiento y muerte del macho, al volar constantemente de una a otra en búsqueda de una cópula que no se produce.