La localidad zaragozana de Cariñena celebró el pasado fin de semana la 38 edición de la Fiesta de la Vendimia bajo el signo de una nueva cosecha récord, ya que en la campaña recién iniciada se prevé recolectar 80 millones de kilos de uva, 15 más que en el año 2003.

El alcalde de la localidad, Alejandro Bibrián, reconoció ayer, en la ceremonia de exaltación del vino, que la denominación de origen Cariñena "ha conseguido mucho" en los últimos años, "sobre todo en tecnología, calidad y exportación".

Sin embargo, Bibrián solicitó el apoyo del consejero de Industria, Comercio y Turismo del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga, que presidió el acto, "para desarrollar un proyecto de suelo industrial". "Actualmente no tenemos ni un metro --subrayó el alcalde--, y consideramos que, para garantizar el futuro del Campo de Cariñena, es necesario diversificar su economía".

"Recojo el testigo del alcalde en el nuevo desarrollo industrial, que ha de ser complementario del sector vitícola", replicó, por su parte, el consejero de Industria, que precisó que hablaba "en nombre del Ejecutivo aragonés".

Ante la fuente de la Mora, por la que ayer manaron ininterrumpidamente 10.000 litros de vino, Santiago Begué, presidente del consejo regulador de la denominación de origen Cariñena, desgranó las cifras del sector vinícola. Indicó que se ha registrado un 12% de aumento medio de la venta y que, de las 34 millones de botellas de vino producidas en el 2003, un 62% fue a la exportación. Declaró asimismo que, en la comercialización de vino tinto embotellado, Cariñena ocupa el tercer puesto, por delante de otras 57 denominaciones de origen españolas.

No obstante, Begué matizó el optimismo de los números al señalar que "el crecimiento de la oferta y la reducción de la demanda a la mitad de lo que era en los años 60 ha producido una gran cantidad de excedentes", por lo que abogó por "una estricta regulación del mercado".

El periodista y humorista Moncho Alpuente ejerció de mantenedor del acto de exaltación del vino, que congregó en el centro de Cariñena a centenares de personas y a representantes de todas las instituciones y de los catorce pueblos que conforman la primera denominación de origen aragonesa, constituida en 1932.

"Cariñena está pasando por un momento extraordinario", afirmó Moncho Alpuente, quien dijo hablar "de corazón y de estómago".

El mantenedor, que cantó una jota e improvisó un poema sobre el vino, pidió que se haga un esfuerzo de promoción del cariñena en España, "pues quizá sea más conocido fuera que dentro de nuestras fronteras".

Antes de los discursos oficiales, una pareja de Alfamén ataviada con el traje típico aragonés realizó el tradicional pisado de las uvas, las primeras recolectadas en la actual campaña, de la variedad tempranillo.

La reina de la vendimia, Lucía Gómez Turrez, de Aguarón, recogió el primer mosto del año y lo ofreció al Santo Cristo de Santiago, patrón de Cariñena, cuya imagen fue sacada en procesión. El obispo auxiliar de la diócesis de Zaragoza, Alfonso Milián, fue el encargado de bendecirlo.

A continuación dio comienzo la V Muestra Internacional de Folclore, con grupos españoles (Aragón, Extramadura y Andalucía) y de países como Rusia, Colombia, Ecuador, Bolivia y Senegal.

El público y las autoridades se desplazaron posteriormente al paseo del Vino, donde era posible degustar los vinos de 18 bodegas de la denominación y probar distintos alimentos de elaboración artesanal. En la misma zona se llevaban a cabo actuaciones musicales y demostraciones de antiguos oficios, como el de herrero y el de soplador de vidrio.

Numerosas personas viajaron de Zaragoza a Cariñena en los autobuses fletados por la organización de la Fiesta de la Vendimia y que partían cada hora de la Feria de Muestras.

El primero de los buses, que salió a las 10.00 horas, resultó insuficiente para transportar a las más de cien personas que, desde primera hora de la mañana, hicieron cola ante la parada para viajar gratis.