Cáritas Diocesana de Zaragoza ha anunciado que ha disminuido en un 15 % el número de familias que han atendido en 2018 respecto al año anterior, pero se han incrementado en un 5 % la cuantía de ayudas prestadas por la institución, lo que implica una situación "más agravada" de esas familias y que existe una "mayor dualidad" en la sociedad.

La secretaria general de la entidad, Cristina García, ha señalado en la presentación de la campaña "Tu compromiso mejora el mundo", que comienza estas Navidades y se prolongará durante 2019, que un cuarto de los atendidos han sufrido "movilidad humana forzada", es decir, se han visto obligados a emigrar de sus países de origen por diferentes motivos.

La "movilidad humana forzada" es precisamente uno de los temas que más preocupa a Cáritas, ya que la sociedad "se ha acostumbrado a oír que ha muerto gente en el Mediterráneo" y ha "perdido sensibilidad" respecto a este asunto, según el director de Cáritas Diocesana de Zaragoza, Carlos Gómez, quien también ha asegurado que muchas de estos migrantes que llegan "no habrían necesitado ayuda de la acción social en sus países de origen".

La institución ha atendido a 212 familias por esta causa, un 26 % del total, durante el primer semestre de 2018 y el verano.

Estas personas se enfrentan a problemas "emocionales" cuando llegan a España, según Gómez, como la falta de red social, el desarraigo de sus familias o el desconocimiento del entorno y el idioma, lo que les crea situaciones "desesperantes" y dificulta el "proceso de integración".

Ante ello, el director de Cáritas Zaragoza ha propuesto ver la inmigración "como una oportunidad" y comenzar "un cambio en el modelo de bienestar" ya que el actual, a su juicio, "está siendo a costa del empobrecimiento de los países del Tercer Mundo", y también ha mostrado su preocupación por la proliferación de discursos xenófobos y racistas.

El otro gran asunto que alerta a Cáritas es la "exclusión residencial", ya que el acceso a una vivienda "digna y adecuada" en Aragón sigue constituyendo uno de los elementos claves de exclusión social y, además, ha aumentado la población "autóctona" afectada, según Gómez.

En este sentido, Cáritas denuncia que la exclusión residencial afecta al 19 % de la población en general en Aragón, cifra que aumenta hasta el 62 % de la población en exclusión y al 75 % de las personas en exclusión más severa, según datos del informe FOESSA 2018.

Además, se estima que 42.000 hogares residen en una vivienda "inadecuada", es decir, que no cumple con las condiciones mínimas de dignidad, y 11.000 lo hacen en viviendas "inseguras".

La secretaria general de Cáritas Diocesana de Zaragoza, Cristina García, ha calificado de "alarmante" que el porcentaje de familias atendidas que viven en habitaciones realquiladas haya pasado del 9,9 % en 2017 al 14,7 % en 2018 y que asciendan a 591 las personas que están sin hogar y acuden a sus acogidas.

Por ello, Cáritas pide a las administraciones que las políticas de vivienda sean una "verdadera prioridad" en las políticas sociales, que se potencien programas de rehabilitación de viviendas con un mayor parque de alquiler social, así como los servicios de mediación y, por último, que se exija "responsabilidad" a las entidades financieras y que se regule la cesión de sus viviendas vacías en las bolsas de alquiler públicas.