Un control militar israelí en territorio palestino. Y una pregunta de una chica palestina de 14 años a su abuela "¿Por qué tengo que ser testigo de que a una mujer embarazada no le dejen pasar los militares israelíes y tenga que dar a luz en la calle?". La abuela es Claudette Habesh, directora de Cáritas Jerusalén, que ayer visitó Zaragoza para entrevistarse con las instituciones aragonesas que apoyan proyectos de la entidad y que con esta escena quiso alertar de la dureza de la vida diaria palestina "bajo ocupación israelí".

"La desesperación se extiende entre el pueblo palestino porque la paz se está alejando", denunció ayer Habesh, que manifestó que los palestinos apoyan el planteamiento de la Hoja de Ruta de reconocer a Palestina e Israel como dos estados, con reconocimiento mutuo. "Parece que esta solución no es viable porque el gobierno de Israel sigue con la ocupación de territorio palestino y la expropiación de sus tierras, a lo que se une el impacto del muro", denunció la directora de la entidad. Habesh señaló otros factores negativos como "la humillación en los puestos de control militares, donde a veces son desnudados y golpeados" o la demolición de viviendas.

Asimismo, Habesh explicó algunos proyectos que Cáritas lleva a cabo. Uno de ellos es un centro de salud en Aboud, en la zona oeste de Cisjordania, que da cobertura a 25.000 personas de las localidades cercanas. Esta iniciativa cuenta con ayuda del consistorio zaragozano, como uno de los 66 proyectos entre los que se reparten los dos millones de euros que destinan a cooperación. Otra de las iniciativas de Cáritas es un centro de salud en Taybeh, dentro del distrito de Ramalla. Con financiación de la Oficina de Cooperación al Desarrollo de la DGA está prevista la ampliación del centro para atender en mejores condiciones a las 20.000 personas de la zona.