El número de ayudas a personas en situación de pobreza o exclusión social desciende progresivamente en Cáritas Aragón. El año pasado, el número de atendidos se redujo un 9% y este año se mantiene en la misma línea. Así lo afirmó ayer el presidente de la organización en la comunidad, Carlos Sauras, tras hacer balance del 2016. El 2015 se cerró con 32.664 personas atendidas y, el 2016, con 29.627 pero la situación de las familias que acuden a la organización «es mucho más grave».

Sauras aseguró que, según la fundación de Fomento de Estudios Sociales y Sociología Aplicada (Foessa), un 70% de los hogares « no ha notado los efectos de la recuperación económica». El secretario de Cáritas Aragón, Jesús Luesma, indicó que 200.000 personas se encuentran en situación de exclusión social, de las cuales 101.151, sufren pobreza severa. La entidad destinó el año pasado 11.984.002 euros para asistir a las casi 30.000 personas atendido. Un 72% de esta cuantía provino de donaciones privadas y, el 28% restante, públicas.

De las personas atendidas durante el 2016, el 54% son españolas. Además, un 45% de los solicitantes son familias con menores a su cargo, de los que, un 22%, son monoparentales. «Todavía tenemos condiciones laborales precarias, un alto porcentaje de trabajadores pobres y una sociedad cada vez más desigual», lamentó Sauras.

Por ello, el presidente de Cáritas en la comunidad instó a que se tomen medidas económicas «eficaces» que garanticen los derechos sociales. «La gestión de las prestaciones ha mejorado bastante pero, por ejemplo, en Navarra, los grupos han aprobado, por consenso, la Ley de Renta Básica».

«El terremoto ha cesado, ha removido los cimientos por un sistema económico injusto que ha creado desigualdad y todavía queda mucha gente debajo de los escombros», concluyó Luesma.