El bioquímico aragonés Carlos López Otín ha asegurado que los fallos detectados en los ocho artículos retirados por la revista Journal of Biological Chemistry "no tienen ninguna trascendencia" en el mensaje principal y ha recordado que sus hallazgos han sido "ampliamente validados" por los científicos.

En su último número, la revista de la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología Molecular informa de la retirada de estos artículos por errores que, según señala a Efe López Otín, "no deberían haber estado ahí nunca".

"Mi desolación fue absoluta al comprobar que, a pesar del enorme esfuerzo invertido en cada uno de estos artículos, en algún panel de dichos trabajos había fallos que no deberían haber estado ahí nunca".

De haberlo sabido en algún momento a lo largo de los casi 20 años desde que se publicaron y a pesar de que no afectan a las conclusiones, "mi acción hubiera sido la de corregir dichas figuras y pedir disculpas a la comunidad científica por no haber detectado su existencia".

En los estudios retirados aparecen algunas imágenes duplicadas, otras rotadas 180 grados, experimentos aparentemente reutilizados en trabajos anteriores y otras "manipulaciones inapropiadas", según adelantó El País.

"Lamentablemente el laboratorio ha tenido que retirar ocho artículos debido a la presencia de defectos en la preparación de algunos paneles que no afectaban a las conclusiones de dichos estudios", explica a Efe López Otín, quien afirma no haber sido consciente de su existencia hasta que la revista les contactó.

A pesar de que las instrucciones de la revista señalan que solo es necesario mantener los datos originales seis años, Otín detalla que su grupo envió a la publicación las imágenes originales que "respaldaban sólidamente los resultados presentados en dichas figuras".

En algunos casos en los que los datos originales no estaban disponibles debido al tiempo transcurrido, el laboratorio procedió a repetir los experimentos obteniéndose los mismos resultados.

"Por esta razón, reconocimos, no sin vergüenza, la existencia de dichas faltas en los paneles afectados", apunta este catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Oviedo y Premio Nacional de Investigación Santiago Ramón y Cajal.

López Otín comunicó a la revista su deseo de publicar una corrección, pero esta no tuvo en cuenta "si el estudio es válido o si ya ha sido ampliamente validado por los autores y por otros grupos, y nos pidieron su retirada, mientras que para otras revistas esto habría sido objeto de una simple corrección".

En este sentido, se pregunta cuál es el beneficio de la retirada de los trabajos si los resultados mostrados son ciertos y validados por la comunidad científica y los experimentos reproducibles; "en nuestra opinión y en la de un gran número de investigadores esta decisión es dañina tanto para la ciencia como para los científicos".

López Otín ha recibido el respaldo del Instituto Universitario de Oncología de Asturias, que ve la medida "desproporcionada".

Su director, Antonio Fueyo, y dos predecesores en el cargo firman un comunicado en el que subrayan que el grupo de López Otín "ha sido objeto de ataques muy virulentos y difamatorios en algunas redes sociales" durante el último año.

El Instituto, con el que colabora el bioquímico español, recuerda que estos artículos describen la identificación de nuevos genes y han sido citados más de 800 veces por investigadores.

Añade que sus autores han compartido la información proporcionada a la revista "con un amplio número de líderes de la comunidad científica", quienes han expresado su apoyo al grupo de López Otín y han enviado una carta a la publicación "manifestando su desacuerdo".

Otras fuentes científicas explican a Efe que en este tipo de artículos las imágenes son una prueba fundamental de lo que se dice, de modo que son esenciales para corroborar el hilo conductor y experimentos.

Por eso, errores o manipulaciones en ellas no son ni aceptables ni defendibles desde el punto de vista ético, aunque los resultados no se vean tremendamente afectados.

Cuando se publica un artículo y la comunidad científica detecta errores, es frecuente hacer llegar éstos a las revistas, que, de considerar las críticas, piden datos a los autores para cotejarlos.

Pueden exigir la corrección de los citados fallos y publicarlos o retirar los artículos, una decisión que no es demasiado frecuente, según las mismas fuentes.

La retirada de estos ocho artículos se suma a la de otro en Nature Cell Biology, "tras llevar a cabo una investigación en colaboración con la revista" en la que los autores no pudieron localizar los datos numéricos utilizados para elaborar algunos gráficos, apunta el instituto asturiano.