--Hoy será elegida presidenta de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP). ¿Qué hará una vez en su cargo?

--Lo primero poner en valor los ayuntamientos, que estamos todavía un poco acomplejados. Somos el tercer pilar del Estado y dependemos para todo del resto de instituciones.

--¿Ha sido dura la crisis con los municipios?

--Ha golpeado a unos municipios más que a otros. En realidad, los ayuntamientos siempre estamos en crisis. Pero aun así hemos conseguido seguir prestando todos los servicios a los vecinos pese a la política de recortes. Se ha trabajado mucho, con nuestros medios económicos y humanos, para atender a los residentes.

--Los municipios siempre han aspirado a una autonomía financiera. ¿Cuál es su postura?

--No tenemos un autonomía real en ningún campo. Siempre estamos tutelados por una u otra institución, sea el Estado o el Gobierno autonómico. Las subvenciones dependen de aquí de o de allí, cuando somos una administración democrática. Los vecinos nos eligen cada cuatro años y, si no les gusta nuestra gestión, nos pueden echar.

--Ciudadanos propone fusionar los municipios por debajo de 5.000 habitantes.

--Esas cosas se les ocurren a gente que está en despachos de ciudades de millones de habitantes. Deberían pisar el terreno y ver cómo es la realidad. Ni siquiera la comarca de Daroca llega a los 5.000 habitantes, y la cabecera tiene 2.000. No tiene sentido esa propuesta.

--El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, anunció que no asistirá a la sesión de renovación de la FAMCP. ¿Sabe la causa?

--Habría que preguntar al propio alcalde de Zaragoza por qué no asistirá al pleno de la FAMPC. Quizá se deba a razones personales que desconozco, por lo que no voy a entrar en eso, pero el municipio de Zaragoza debería estar allí. Es muy importante y es el anfitrión de la asamblea.

--Es alcaldesa de Used, en el Campo de Daroca. ¿Cómo es su pueblo?

--Used tiene 300 habitantes y está rodeado de municipios con 0,67 personas por kilómetro cuadrado. Mal que bien nos mantenemos. Todavía tenemos escuela y 14 niños van al instituto más cercano. Nuestra economía depende enteramente de la agricultura y es muy difícil generar empleo femenino. No está mal situado, aunque ni la A-2 ni tampoco la A-23 atraviesan nuestro término, por el que sí pasó, en cambio, el camino real que unía Madrid con Barcelona.