El Jueves Lardero da comienzo hoy a los actos del Carnaval de Zaragoza que se prolongará hasta el domingo. Esta tarde, a partir de las 18.30 horas tendrá lugar el tradicional reparto de longaniza en el parque Torre Ramona, una cita que este año ha cambiado de su habitual ubicación en el auditorio para descentralizar los eventos de esta celebración y hacer partícipes a los barrios. El Cuerpo Municipal del Voluntariado estará presente en la entrega del embutido con 21 personas en la carpa del parque donde también se desarrollará una verbena por parte de la Orquesta Oceanic desde las siete de la tarde hasta medianoche.

Aunque mañana habrá un pasacalles con música y baile tradicional por diversas calles de la ciudad y posteriormente otra fiesta en el mismo parque de Las Fuentes, será el sábado por la tarde cuando los disfraces se comenzarán a ver por los municipios y ciudades aragonesas. La temática preferida este año por los carnavaleros son los superhéroes, tanto para niños como para adultos. Al contrario que en otras ciudades donde lo que más se vende son caretas de Donald Trump. «Los personajes con poderes son los que más nos piden, sobre todo de películas como los 4 fantásticos, Capitán América, Batman, Hulk, Thor (y su martillo) y los disfraces de la Guerra de las Galaxias», explicó la gerente de disfraces Bacanal, Pilar Bolea.

LADYBUG, LA MÁS DESEADA

Entre las niñas, el disfraz más deseado es el de Ladybug, una heroína infantil. «Es un personaje que va disfrazada de mariquita con unas mallas rojas con topos negros. Es lo que más nos están pidiendo este año y ya hemos tenido que pedir más porque estábamos acabando con las existencias que teníamos previstas», comentó la gerente de disfraces Antifaz, Susana Moros.

Por otra parte, los colegios también realizan actividades de carnaval y sus temáticas son independientes. Giran en torno a los países, medievales, astronautas o cuentos, pero siempre con un bajo coste para que los padres no tengan que gastarse mucho dinero. De hecho, el presupuesto medio que se está invirtiendo en los disfraces oscila entre los 15 y los 20 euros, ya que la economía para ocio se ha resentido y cada vez son más los jóvenes que reciclan disfraces o complementos de años anteriores. En cambio, los bebés son en los que más se suelen desembolsar. «En los niños más pequeños que son recién nacidos o de un año se gastan más porque es la primera vez que los disfrazan y a los padres les hacen ilusión», apuntó Bolea.

Los más previsores ya compraron los disfraces a principios de mes para evitar las largas filas que se forman en las tiendas especializadas en ello y también para conseguir todos los complementos y detalles del personaje en concreto que quieren sin miedo a quedarse sin el tallaje que necesitan. «Parece que los clientes se ponen de acuerdo para pedir lo mismo por internet que en la tienda. Tiene mucha sincronización lo que se vende online ya provengan de Galicia, Cádiz o Tarragona que lo que se vende aquí en el establecimiento de Zaragoza», confesó Moros.

Asimismo, la elección por los disfraces ya confeccionados y la compra de telas va por gustos, aunque suelen ser las chicas las que los hacen más elaborados. «La gente mayor suele hacer los trajes a los nietos. Luego las chicas se preparan sus propias cosas con los apaños que pueden e incluso grapan las telas para conseguir lo que ellas quieren. Los chicos en cambio son más conformistas y suelen comprarlos ya hechos. En general, las niñas quieren ir monas y a los niños les da más igual y se las arreglan con los complementos», resaltó la gerente de disfraces Bacanal.

Mientras que en los pueblos los disfraces son más elaborados, los zaragozanos se conforman con trajes más sencillos. La mayoría de ellos prefiere disfrazarse en grupo, pero también hay quien decide ir por libre para destacar más su disfraz y además evitar las discrepancias sobre la temática.