La figura de los falsos autónomos está en extinción en la industria cárnica. Gracias a la presión sindical, la negociación y la labor de la Inspección de Trabajo, en los dos últimos años se han regularizado a cerca de 4.000 trabajadores en Aragón y más de 23.000 en toda España. Estos han dejado de ejercer su labor bajo la figura tergiversada de cooperativistas de trabajo asociado para convertirse en asalariados, de manera que cuentan con un contrato de trabajo y un convenio colectivo que regula sus condiciones laborales.

Este es el balance que hace CCOO, que ha jugado un papel clave en este proceso por ser el principal denunciante de las malas prácticas que imperaban en el sector. El sindicato celebró ayer una jornada con la que puso fin a la campaña #CarneSinFraude. La acción sindical contempló iniciativas como el semáforo cárnico en el que se marcaba en rojo, amarillo o verde a las industrias en función de si contaban o no con falsos autónomos.

Dentro de esta proceso, la Seguridad Social ha levantado actas de infracción a las empresas cárnicas para la liquidación de cuotas que superan los 200 millones de euros.

Los trabajadores que han sido regularizados pertenecen a compañías Argal, Uvesa, Covap, Coren, Guissona, Embutidos Rodríguez, Vall Companys o Grupo Jorge. Estas dos últimas firmas son las que han convertido en asalariados a cerca de 4.000 personas en Aragón. Los últimos 100 lo han hecho este mismo mes.

El secretario general de CCOO, Unai Sordo, participó en la jornada y recalcó el éxito de la iniciativa por lograr «regularizar» un sector que «estaba armado» a través del «uso fraudulento» de las cooperativas y del trabajo autónomo. Destacó también el papel de la Seguridad Social y de la Inspección de Trabajo por «contribuir a dar pasos cualitativamente importantes» en este terreno. En este sentido, hizo hincapié en la importancia de que esos trabajadores coticen ahora en el régimen general, con los «derechos laborales asociados» que eso conlleva.