En la madrugada de ayer se produjo un desprendimiento de rocas y tierra en la carretera que une las localidades de Arro y Los Molinos, a la altura de las «graveras».

Tras la valoración de un técnico de la Diputación Provincial de Huesca, se prevé que la actuación en la vía se alargue más de una semana, ya que ha afectado al firme y otras rocas amenazan con caer.

Las intensas lluvias en la zona habrían provocado el desprendimiento, que corta la carretera, pero no deja aislados a los vecinos, puesto que disponen de accesos alternativos.

La carretera es el paso principal de los vecinos de El Pueyo de Araguás, donde se hicieron eco de la noticia a raíz del aviso de uno de los trabajadores del Ayuntamiento a primera hora de la mañana.

Según fuentes del consistorio, se había encargado a una empresa local la retirada de las piedras, pero dada su envergadura y el riesgo de nuevos desprendimientos, la DPH decidió enviar a un técnico para valorar la situación.

El alcalde de El Pueyo de Araguás, José Ramón Lafuerza, explicó que en «ese mismo punto baja grava, pero la brigada la quita a primera hora. Sin embargo, esta vez ha bajado piedra más grande». Lafuerza apuntó que quizá en tres o cuatro días se podría circular por la carretera, pero los trabajos seguirían su curso, ya que «se ha llevado por delante el asfalto, tienen que arrancar el firme en unos 30 o 40 metros y tienen que quitar piedras que podrían caer», añadió.