El colegio público Baltasar Gracián de Calatayud, donde en noviembre aparecieron unas preocupantes grietas en algunas aulas, está ubicado en la misma calle donde también hace tres meses se cayó por causas no aclaradas el muro exterior de un grupo de casas de una planta que están anexas a la carretera. De un punto a otro apenas hay 50 metros. Se trata de la Sagunto-Burgos, pero en Calatayud se le llama la carretera de Daroca.

Es, además, la misma calle en la que el martes apareció una aparatosa fuga de agua en una alcantarilla, a escasos metros del colegio, cuando especialistas de la empresa Proyex, contratada por la DGA, acudieron para recoger los detalles y preparar un informe. Una fuga que fue fotografiada por este diario desde varias posiciones (11.00 horas) con permiso de los expertos de Proyex y ante la ausencia de técnicos municipales.

A estas coincidencias se suman los datos aportados la semana pasada por la agencia Efe , que señalaba que en el Baltasar Gracián ya ha habido problemas estructurales en el pasado. Primero hace 30 años, cuando se desplomó el techo del comedor, y también hace diez, cuando aparecieron unas grietas atribuidas a unos problemas de cimentación causados por las redes de desagüe, que no "evacuaban bien", según difundió textualmente la agencia.

Sin relación

Pese a que las coincidencias se acumulan, desde el ayuntamiento que preside con mayoría absoluta Fernando Martín (PP) y desde la empresa Gestión de Aguas de Aragón (GAA), encargada del servicio, se insiste en evitar cualquier relación entre la fuga de agua y las grietas.

Es más, en un comunicado firmado por Pascual Lallana Hernández, responsable de GAA y a su vez alcalde de la localidad de Maluenda por el PP, se relata que precisamente el martes los servicios técnicos detectaron un consumo de agua en la ciudad "superior al habitual", por lo que se procedió a "intentar localizar cualquier tipo de avería en la red".

El comunicado sigue textualmente: "(...) se recibió una llamada del ingeniero municipal Fernando Munilla diciendo que se oía ruido de agua en una arqueta de saneamiento (...) a la altura del colegio Baltasar Gracián, esto ocurría a las 11 horas de la mañana... ". Precisamente la hora en la se abrían las alcantarillas y este diario tomaba las imágenes del hallazgo de la fuga.

El texto insiste en restar importancia al escape, ya que el agua, al parecer, se perdía por un pozo de desagüe y no producía "daños en la calle ni carretera". El comunicado de Lallana lleva fecha, curiosamente, de 26 de enero, pese a que la fuga se detectó el 3 de febrero (?).

Por su parte, los 160 niños seguirán con su actividad después de que sus padres hayan zanjado la huelga. Según la DGA, los escolares no corren riesgo. Proyex tardará unos días en dar su informe, pero el ayuntamiento tiene claro que la fuga fue casual. Una coincidencia más en la carretera de Daroca.