Los usuarios de la bicicleta estrenaron ayer el nuevo carril de la avenida San Juan Bosco, situado entre los distritos de Delicias y Universidad de Zaragoza. A primera hora de la mañana los técnicos procedieron a la retirada de las vallas que, hasta entonces, impedían el paso de las bicis y patinetes en toda la vía. Asimismo, los semáforos instalados empezaron a estar operativos para su correcto funcionamiento.

Los 615 metros de longitud, con los que cuenta la nueva instalación, provocó cierto «malestar» entre varios de los residentes de la zona que durante los tres meses de obras ocasionó diversos atascos en la avenida. La concurrencia de vehículos, sobre todo los conductores que circulan a diario, la mayoría de ellos para desplazarse al trabajo, tuvieron que dar marcha atrás y modificar la ruta de destino.

«Cuando empezaron las obras tuve que cambiar el recorrido para ir a la oficina porque era mucho más lento», relató un ciudadano, quién aseguró haber estado en más de un atasco mientras se realizaba la construcción en la zona comprendida desde las avenidas Valencia y Gómez Laguna.

De esta manera, con el carril a los dos lados de la mediana central se evita un problema con las paradas de autobús y las posibles situaciones de riesgo en las intersecciones, próximas al hospital Clínico Universitario.

Un resultado final que ha supuesto una inversión de 133.545 euros. La nueva vía ciclista cuenta con un carril unidireccional por sentido junto a la mediana. Cada uno de ellos dispone de una banda de circulación de 1,50 metros y una segregación de 45 centímetros.

El nuevo carril conecta con los ya existentes de la avenida Valencia, las calles Franco y López y Corona de Aragón para terminar en las avenidas Gómez Laguna, Violante de Hungría y Vía Universitas. En las intersecciones entre los carriles se contemplan los distintos cambios de dirección que deberán de efectuar los ciclistas.

Además, a lo largo de todo el carril se contemplan las incorporaciones o salida a calles transversales o a centros de interés, como el Clínico, la Escuela de Enfermería, la Escuela Oficial de Idiomas, el campus universitario o las estaciones del servicio Bizi.

«Ahora la zona está mejor conectada y tardo menos tiempo para ir a clase», relató una estudiante que iba bicicleta y que se dirigía hacia las proximidades del campus público.

«Me parece genial que conecten la ciudad de esta manera porque así ayudamos a reducir el uso del coche y nos anima a coger la bicicleta o el patinete eléctrico», manifestó un ciudadano en patinete sensibilizado con el medio ambiente.

Con el objetivo de fomentar la movilidad urbana sostenible en la ciudad, Zaragoza está desarrollando diversas actuaciones para promover el uso del transporte público.

Todo ello hace que la tendencia de las bicicletas vaya en aumento, aunque el servicio Bizi señalaba un descenso de usuarios debido a las nuevas implantaciones de patinetes y de las bicis sin estación, entre otros.