El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido impulsar el próximo lunes las obras de construcción del nuevo carril bici del paseo Sagasta, al mismo tiempo que se repara el reventón de la tubería que se produjo anteayer bajo el bulevar central. Dos intervenciones que afectan a la calzada que se van a solapar, a pesar de que supondrá dejar ambas con un solo carril de circulación por sentido. Así, el vial ciclista se adelanta una semana a lo previsto y pese a que se temió por que la incidencia del pasado jueves pudiera retrasar su ejecución.

El carril bici, bidireccional, se construirá en la calzada de subida hacia el paseo Cuéllar, pegado al bulevar central -en el carril izquierdo-, y se centrará en una primera fase entre la plaza Paraiso y la avenida Goya, en el sentido de salida de la ciudad. Aunque las obras solo durarán «seis días», apuntaron ayer las fuentes oficiales del consistorio, la previsión es que prosiga la semana siguiente en una segunda fase de los trabajos, entre Goya y la confluencia con Cuéllar. No obstante, el consistorio recalcó que el inicio de estos trabajos no está condicionado por la rotura de la tubería.

TALA DE DOS ÁRBOLES

Tampoco se esperan grandes afecciones al tráfico, sobre todo después de comprobar que ayer apenas alteró el tránsito de vehículos por la calzada contraria, en la que se estaba interviniendo para acometer la reparación de la tubería rota. Se decidió reabrir uno de los dos carriles en el tramo afectado, a la altura de El Corte Inglés, y no hubo grandes atascos, salvo en momentos puntuales.

La duda es si, con el paso de los días, esta situación puede empeorar, dado que estos trabajos durarán «dos semanas». Los operarios ayer se centraron en preparar el terreno para que la maquinaria empiece a acometer el arreglo de una tubería que está «a mucha profundidad» y que «podría haber dañado una segunda tubería que discurre junto a ella».

Estas labores consistieron, principalmente, en la tala de dos grandes árboles del bulevar, que ayer permanecía cerrado al tránsito peatonal. Las raíces de ambos ejemplares habían quedado al descubierto por la abundante cantidad de agua que manó a la superficie con el reventón y el riesgo de caída era notable. Respecto al suministro de agua, solo se vio afectado el de la sede de Ibercaja y durante el reventón.

La tubería rota forma parte de los únicos 23 kilómetros de red, de los más de 1.370, que están hechos de fundición gris, de más de 80 años de antigüedad. Se trata de un material frágil, con una resistencia inferior a la fundición dúctil (su ratio de roturas es mayor), que solo está presente en la red arterial de Zaragoza en calles como Hernán Cortés, Cuarte y el Coso, y en los paseos Pamplona y Renovales, entre otras vías.