La Cartuja de Aula Dei abrirá sus puertas el próximo 17 de junio. Con el objetivo de que el monasterio deje de ser un desconocido para los aragoneses, el Instituto Chemin Neuf ha emprendido una jornada de puertas abiertas este domingo en el que los ciudadanos y ciudadanas podrán participar en las diferentes actividades previstas para niños y adultos (visitas, misa, comida compartida, juegos, concierto…).

Además, la jornada contará con la visita de la presidenta de las Cortes de Aragón, Violeta Barba, los responsables de la mesa y los distintos portavoces de los grupos parlamentarios.

Los responsables esperan que gracias a la colaboración con el Gobierno de Aragón y las distintas instituciones aragonesas sean capaces de cuidar el gran legado arquitectónico y sean capaces de transmitirselo a los aragoneses.

MONUMENTO CON HISTORIA

Durante siglos, fiel a sus orígenes fundacionales, la Cartuja de Aula Dei ha sido un espacio aislado para que los monjes pudieran vivir su vocación. El Monasterio Cistersiense, conocido por las pinturas de Goya y las esculturas de Ramírez de Arellano ha sido durante años uno de los tesoros escondidos del patrimonio aragonés por los rigores de la vida monacal de los que allí habitaban.

Todo ha cambiado desde el año 2012. Desde esa fecha corretean por los claustros niños y niñas de diferentes países y lenguas ya que en esa fecha se hizo cargo del Monasterio el Instituto del Chemin Neuf, una comunidad católica de vocación ecuménica fundada en Lyon en 1973 que ha convertido esta Cartuja en un Centro internacional ya que sus Comunidades y proyectos de desarrollo están presentes en más de 30 países.

Las celdas que antes ocupaban monjes de clausura hoy albergan a familias atendidas por la comunidad de personas que viven de forma permanente en el Aula Dei y los niños que allí viven están escolarizados en Colegios Público e Institutos de la zona.

Además, estar alojados en tan singular emplazamiento sirve para que todos estos visitantes vuelvan a sus países además de con un aprendizaje más o menos consolidado de nuestra lengua, con un gran conocimiento de la realidad y cultura aragonesas.