Los especialistas consideran que su voz era la más "perfecta" que se podía escuchar sobre un escenario. El tenor Antonio Aramburo, nació en Erla el 17 de enero de 1840. Debutó en París en 1876 y fue uno de los máximos representantes de la música lírica nacional e internacional, comparable, según los melómanos, a Carusso o Miguel Fleta. Su casa se suele abrir a los vecinos y visitantes en los días que se celebran fiestas en el pueblo. Desde la concejalía de Cultura señalan que está previsto habilitar la casa para el turismo, aunque las conversaciones con la familia todavía no se han concretado.

Aramburo tenía un carácter recio y era conocido por sus "espantadas". En Erla se cuenta una anécdota que deja clara su personalidad. Durante una actuación en el famoso teatro de La Scala de Milán, abandonó el escenario para volver al hotel en el que se alojaba a prepararse un plato de migas, ponerse un cachirulo y cantar jotas.