El vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, afirmó ayer, tras la comparecencia del presidente cesado de la Generalitat, Carles Puigdemont, que «no solo es ridículo», sino que es «patético», «esperpéntico», «penoso» y se ha convertido en «un personaje de Valle-Inclán».

En declaraciones en una conferencia ofrecida en Zaragoza en el foro de la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), lamentó el «esperpento» ofrecido por el expresidente en Bélgica. «Los catalanes no merecen a una persona que ha pedido a los ciudadanos que salgan a la calle, a los funcionarios que arriesguen su plaza o a los Mossos que pierdan su placa para luego irse con nocturnidad y alevosía a Bruselas a hacer el ridículo», indicó.

Puigdemont es, por tanto, un «ciudadano de a pie» que tiene que cumplir con sus responsabilidades con la Justicia «como hace todo el mundo», y le pidió que no lleve su conflicto a Europa, porque va a recibir la misma respuesta, un «portazo sonoro».

Previamente, Casado confió en que del proceso electoral abierto a través del artículo 155 de la Constitución salga un proyecto de «reconciliación» y mandó un mensaje de «tranquilidad», ya que «España ha logrado todo el apoyo de la comunidad internacional y ha demostrado que era mentira que el procés fuera a traer una Cataluña más próspera, después de que se hayan marchado más de 2.000 empresas, así como que la fractura social se produciría antes entre los propios catalanes», dijo.

No obstante, declaró que no está sobre la mesa la posibilidad de pactos preelectorales entre PP, PSC y Ciudadanos, pero destacó la imagen de unidad mostrada en la manifestación contra la declaración de independencia.

Por otro lado, hizo una apelación a Podemos, al que acusó de ser «tibio» y de proyectar una «equidistancia que se convierte en complicidad», algo que extendió a los llamados «alcaldes del cambio», como la de Barcelona (Ada Colau), Zaragoza (Pedro Santisteve), o Madrid (Manuela Carmena), a quienes afeó que «hasta la alcaldesa de París defiende más a España que ellos».