Casi 250 personas han pasado la noche aisladas en el Balneario de Panticosa y Llanos del Hospital por los aludes que la lluvia y la subida de temperaturas han provocado en el Pirineo. El Gobierno de Aragón y la Guardia Civil estudiarán hoy si deben reabrir las carreteras o buscar alguna otra fórmula de evacuación. La acumulación de nieve provocó también el cierre de la estación de Astún, al derribar anteanoche el tendido eléctrico, aunque el flujo fue restablecido por la mañana y hoy, previsiblemente, volverá a abrir, como las estaciones de Panticosa y Formigal, cerradas también por el viento.

En el caso de Llanos del Hospital, dos aludes en la noche del viernes al sábado y uno ayer por la mañana terminaron de sepultar la A-139, dejando incomunicados por carretera a 78 personas, la mayoría clientes de la hospedería Hospital de Benasque. La Guardia Civil y técnicos de Obras Públicas estudiaron ayer abrir un canal de evacuación, pero ante lo endeble de la nieve optaron por esperar esta noche, a que se compacte, y estudiar la situación a primera hora, según fuentes de la DGA.

Según Jorge Mayoral, gerente del establecimiento, no había problemas de abastecimiento ni nerviosismo entre la clientela, aunque gran parte de las reservas se habían perdido, lógicamente. "Los que estáis aislados sois el resto, que no podéis venir a disfrutar aquí", bromeaba.

En el Balneario de Panticosa, por el contrario, no llegó a producirse --al menos hasta el cierre de esta edición-- ninguna avalancha, pero el riesgo de la misma era tan elevado que el instituto armado, de acuerdo con los responsables del establecimiento, decidieron dar la A-2606 por clausurada durante el día de ayer. Hoy estudiarán, junto a Protección Civil, si trasladan a los 160 ocupantes --diez trabajadores-- del recinto o si les permiten circular por la carretera por sus propios medios. La situación en el balneario, según un empleado, era "normal", dentro de la sensación de aislamiento.

La nieve también obligó a cerrar anteayer, por riesgo de avalanchas en el lado francés, los pasos fronterizos del Portalet y Bielsa. El primero seguía ayer clausurado, aunque el segundo fue reabierto a primera hora de la tarde.

Estos aludes periódicos se están convirtiendo en las últimas temporadas en una mala tradición, aunque inevitable. El Gobierno de Aragón recordó ayer que trabaja en sendos proyectos para evitar en lo posible estos episodios. En ambas vías han aprobado un convenio entre los establecimientos hosteleros y los ayuntamientos para coordinar la limpieza viaria, y están en licitación --en Benasque, por 1,7 millones de euros-- proyectos de creación y mejora de las estructuras antialudes, básicamente muros de hormigón.