Cerca de 45.000 hombres en Aragón sufren algún tipo de incontinencia urinaria y un importante número de ellos tiene «miedo» al rechazo social, limitando deliberadamente por este motivo sus actividades públicas.

Este trastorno que consiste en la pérdida del control de la vejiga y cuyo día internacional se celebra hoy presenta unos síntomas que pueden variar desde un leve escape de orina hasta la incontinencia total. «Existen técnicas muy seguras y poco invasivas que ayudan a los pacientes afectados a recobrar el control de su vejiga y llevar una vida normal», señaló el doctor Ángel Elizalde, urólogo del hospital Royo Villanova de Zaragoza.

Para la incontinencia severa lo más avanzado es la colocación de un esfínter urinario artificial, que es un sistema que restaura el proceso natural de controlar la micción, simulando el funcionamiento de un esfínter normal. «Pese a ser una cirugía muy efectiva, no siempre se ofrece a los pacientes porque en el hospital no se hace o porque desconocen su existencia», dijo Elizalde. Un 30% de los pacientes operados de cáncer de próstata sufre incontinencia después de la cirugía.