Es pronto para decirlo, pero la sangría de población que azotó a Aragón hasta pasado el 2011 parece ser una cosa superada. Al menos así lo reflejan proyecciones como la del Instituto Nacional de Estadística (INE) en la que se afirma que Aragón en el 2035 tendrá 561.453 hogares, un 3,7% más que en 2020. Por provincias Huesca tendrá un 2,7% más, Teruel perderá un 0,9% y Zaragoza aumentará un 4,5% el número de domicilios. Una tendencia que confirman estudios similares como el de la Airef. Pero eso sí: que se mantenga la población no quiere decir que los grupos familiares hagan lo mismo. Para esa fecha se espera que el 31% de los hogares serán unipersonales frente al 27,6% de este 2020.

La proyección de hogares marca una tendencia similar en toda España y los resultados son plenamente coherentes con los de las proyecciones de población. En Aragón, las cifras proporcionadas por el INE destacan que el tamaño medio del hogar pasará de las 2,41 actuales a 2,3 personas por hogar en el 2035. El sociólogo de la Universidad de Zaragoza, Diego Gastón, señala que esta tendencia equiparará a la comunidad a la estructura social del resto de Europa. «Hasta ahora el modelo familiar ha acogido a la gente joven hasta edades muy elevadas», indica este experto.

Las cifras estadísticas subrayan que se consolidarán núcleos familiares de una o dos personas frente a las agrupaciones de tres o cuatro miembros. Eso sí, se indica que cuando se habla de casas con más de cinco miembros la tendencia seguirá estable en un 4,7%. Gastón advierte de que estos cambios están vinculados a que se mantenga un buen nivel económico en la sociedad, algo que la crisis del coronavirus puede haber mandado al traste. «Vivir solo es algo muy caro», destaca. Por ese motivo la gente joven siempre ha preferido compartir piso con amistades o esperar a tener una pareja estable para proceder a la emancipación.

Esta nueva proyección es coherente con la previsión de que en el 2035 solo habrá 11.500 aragoneses menos gracias a que el saldo vegetativo negativo de la comunidad se verá compensado por la llegada de inmigrantes y de residentes en otras autonomías. Una tendencia a la baja que se revertirá en el 2070. «Los ejercicios de este tipo que se hacían hace 15 años ya hablaban de un gran aumento de la población en Aragón, pero todo se truncó con la crisis del 2008 cuando se frenó la llegada de inmigrantes», recuerda Gastón.

El comisionado del Gobierno de Aragón para la lucha contra la despoblación, Javier Allué, considera que estos datos son conservadores, pues no tienen en cuenta indicadores como la confianza empresarial, dinamización del medio rural, la inversión pública que se espera en los próximos años, la consolidación de los servicios básicos o la puesta en marcha de proyectos de interés autonómico.

En la comunidad se ha controlado la sangría de población en los últimos tres años. «Aragón está lleno de vida, con pueblos magníficos deseando acoger a la gente. Por eso tenemos que escapar del discurso de la España vacía: las cifras se pueden revertir», manifiesta. En todo caso, existe un riesgo. «El problema de estas proyecciones tiene que ver con el covid, pues entramos en una situación de incertidumbre», asume. Una tendencia que se espera controlar con los fondos europeos Next Generation. «Si hacemos las cosas bien no tendría que impactar de una forma escandalosa», indica Allué.

Otra de las tendencias que recogen las estadísticas tiene que ver con el traslado de la población desde los pueblos más pequeños a las capitales de comarca. Una dificultad que desde el Gobierno de Aragón ven secundaria. «Este problema lo resolveremos dotando de servicios a las propias capitales y a varios núcleos de población, pues los servicios básicos plenos no pueden llegar a todos los municipios», celebra Allué. Habrá que ver si las cifras se cumplen y los hogares regresan a todo el territorio.

El plan estatal para el reto demográfico estará listo antes de finalizar el año

El comisionado del Gobierno de Aragón para la lucha contra la despoblación, Javier Allué, confía en que la tan solicitada Estrategia Estatal frente al Reto Demográfico se pueda presentar antes de final de año, tras bastantes meses de debate, retrasos y desacuerdos. Por el momento, confía en que el documento refleje las necesidades especiales de la comunidad en materia de financiación y destaca que mostrará «de forma clara» una hoja de ruta para seguir trabajando en el desarrollo rural. «Aragón necesita un fondo específico vinculado a las ayudas europeas», defiende Javier Allué.

La pirámide sigue invertida

Aunque las proyecciones estadísticas a largo plazo auguran una reversión en la tendencia a la despoblación de Aragón, lo cierto es que en los próximos 15 años la pirámide de edades seguirá invertida. En la actualidad, el grueso de la población aragonesa se concentra en la franja de entre los 40 y los 50 años, una media que se elevará conforme pase el tiempo. En esto el covid tendrá un efecto determinante, pues se proyecta una disminución de los movimientos migratorios con el exterior, de forma que se rompe la tendencia de los últimos años.