Los cirujanos cardiovasculares de Aragón iniciarán un estudio para conocer por qué los aragoneses sufren más casos de aneurisma graves de aorta torácica (roturas de la aorta) que la media de los españoles, una patología que sigue presentando una elevada mortalidad quirúrgica, que ronda el 20%.

El doctor Fernando Ibarra, jefe de Cirugía Cardiovascular del hospital Miguel Servet, reconoció ayer que mientras que en España se practica una cirugía aórtica aguda de urgencia al mes por cada millón de habitantes, en Aragón se atiende entre uno y dos casos al mes.

Ibarra hizo estas declaraciones tras la inauguración ayer en el Auditorio de Zaragoza del XVII congreso nacional que celebra la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular (SECCV), con la asistencia de más de 300 perfusionistas y cirujanos de todo el país.

TECNICAS QUIRURGICAS "Desconocemos los motivos de esta incidencia ligeramente superior de nuestra comunidad, aunque lo cierto es que los factores que más influyen, independientemente de los genéticos, son los mismos que favorecen cualquier cardiopatía, como la hipertensión, el colesterol elevado, la obesidad o el sedentarismo", explicó. Además, esta patología es más frecuente entre varones que en mujeres.

"El síndrome agudo es un gran problema porque cuando la aorta se rompe, se rompe todo, hasta la organización de los servicios de cirugía cardiaca", señaló Ibarra. Hasta hace unos años había dificultades para afrontar todos estos problemas en diferentes tramos de la aorta. "Ahora, con lo que hemos aprendido, se puede ofrecer una cirugía de confianza sin que nadie tenga que irse de España ni de Zaragoza a operarse a otro sitio", explicó.

En este sentido, el experto y presidente del comité organizador del congreso, aseguró que los especialistas aragoneses están preparados para afrontar la enfermedad, que suele resolverse mediante una prótesis artificial o bien con la colocación de un dispositivo, mediante cateterismo, a través de la femoral.

DETECCION PRECOZ "Si se descubre a tiempo, un aneurisma puede ser tratado sin mayores problemas. Si el aneurisma es grande y su localización es peligrosa, el tratamiento consiste en sustituir la porción afectada de la arteria por otra arteria artificial de material sintético o prótesis". La operación es relativamente segura si se hace antes de la ruptura del aneurisma, pero los operados después de la ruptura del aneurisma tienen un pronóstico peor.

Otra de las técnicas en auge y que también se aplica en Aragón es la colocación de una prótesis expansible por dentro del vaso sin necesidad de cirugía abierta (a través de los vasos de las extremidades), tal como relató Ibarra. "El aneurisma permanecerá, pero la sangre circulará por el interior de la prótesis", puntualizó.

Un aneurisma es un ensanchamiento anormal de una arteria, debido a un debilitamiento de sus paredes. Si se detecta pronto, puede tratarse, pero si la intervención se produce de urgencia ante una rotura brusca la mortalidad sigue siendo elevada. Un aneurisma se puede dar en cualquier arteria, pero cuando se produce en la parte superior de la aorta, la situación es más peligrosa por su mayor tendencia a romper toda la pared de la arteria aorta, lo que pone la vida en serio peligro.

Los aneurismas de aorta afectan a personas mayores de 60 años, y son en gran parte el resultado de la arteriosclerosis. Como no suelen dar síntomas, el diagnóstico suele hacerse por una ecografía abdominal o un escáner.