Agapito Iglesias tiene todavía tres frentes judiciales abiertos. Por el que primero tendrá que responder en un juicio es el caso saqueo de Plaza, en el que se dirime la supuesta malversación de más de 150 millones de euros en las obras de urbanización de la Plataforma Logística de Zaragoza. Por este asunto, la Fiscalía Anticorrupción solicita cinco años y diez meses de prisión por los delitos de cohecho y falsedad documental.

Junto a él se sentarán en el banquillo una veintena de acusados, entre ellos el exgerente de Plaza,Ricardo García Becerril; los directivos de Acciona, José María Jordán y Miguel Ángel Bretón, y el exviceconsejero socialista de Obras Públicas, Carlos Escó. Todo se remonta al año 2002 cuando se proyectó Plaza. Mientras se gestaba se ponía en marcha un pacto malversador, según la investigación, ya que García Becerril y Jordán pactaban para que la UTE formada por Acciona y MLN fuera la responsable de acometer las obras. La constructora fue conocedora, antes de trabajar, del dinero que iba a recibir y, al parecer, marcó hasta los desfases. Todo ello derivó, supuestamente, en una red de cobros de comisiones a los interesados en formar parte de esta plataforma.

Mientras espera este juicio, Agapito Iglesias también está pendiente del caso Luccin. Como adelantó EL PERIÓDICO, el Juzgado de Instrucción número 12 de Zaragoza le acaba de procesar por supuesto fraude fiscal de más de 895.000 euros con el abono del finiquito del jugador Peter Luccin, al camuflar como tal lo que debió ser sueldo. En la causa le acompañan el directivo del equipo Francisco Checa, su excompañero Javier Porquera, el exjugador blanquillo Peter Luccin y la propia Sociedad Anónima Deportiva (SAD).

La larga instrucción deriva de una denuncia de la propia Agencia Tributaria, que observó irregularidades en las cuentas del club del 2010, bajo el control del constructor soriano. Unas sospechas que secundó la Fiscalía con una denuncia en mayo del 2014. Por el camino ha habido que localizar oficialmente a Luccin, que residía en Estados Unidos.

Paralelamente y también por su gestión al frente del club blanquillo, Agapito Iglesias recibió una mala noticia la semana pasada cuando la Audiencia de Valencia reabrió la investigación por un presunto amaño del encuentro de Primera División Levante-Zaragoza, que se disputó en mayo del 2011.

Según las investigaciones y la querella presentada por Anticorrupción en febrero de 2015, los jugadores del Zaragoza recibieron dinero del club aragonés, presidido por Agapito Iglesias, y posteriormente lo sacaron de sus cuentas para dárselo en efectivo a los futbolistas del Levante, con el objetivo de que se dejaran perder aquel encuentro, que acabó con derrota granota. El montante total del dinero entregado sería de 965.000 euros.