El confinamiento ha llevado a muchas personas a plantearse cambios en muchos aspectos de su vida. Entre ellas la de plantearse un cambio de vida y apostar por el mundo rural, lo que conlleva su interés por adquirir una vivienda en estas zonas. El municipio de Castellote, en la provincia de Teruel, es un claro ejemplo de ello, donde en apenas en un mes y medio ha visto cómo el censo de población se incrementaba en 15 personas, que para una localidad de 700 habitantes es mucho.

Esta situación reafirma un reciente informe publicado por idealista.es en el que se incidía en que la desescalada había aumentado el interés de las personas por adquirir una vivienda en los pueblos pequeños de Aragón (menos de 5.000 habitantes). Teruel se conforma como la tercera provincia de España que mayor interés despierta entre los usuarios que buscan un nuevo refugio en zonas despobladas, con un 56,8%. En Aragón, el interés por adquirir una casa en estos municipios sufrió un incremento del 3,6%, ya que la cifra pasó de ser un 15,3% en enero al 18,9% del mes de junio.

El alcalde de Castellote, Ramón Millán, tiene por seguro que el motivo del incremento del censo en su localidad «ha sido la pandemia, porque antes no era muy común» y, además, «el confinamiento hizo pensar a la gente». Sobre el tipo de perfil de las personas que suelen tomar últimamente estas decisiones señala que son «gente que se jubilaba». Sin embargo, este último año el la cosa ya había cambiado y que no eran solo personas jubiladas sino hijos de personas que guardaban una vivienda en el pueblo o gente que buscaba una zona más tranquila para teletrabajar.

No obstante, Millán explica todo lo que cree que ha llevado a estas personas a buscar asilo en estos municipios: «En los pueblos se está de otra manera, se han revalorizado lo que tienen los pueblos, la cercanía, conocer al personal, estar en una casa con jardín, todo eso ha sido fundamental a la hora de plantear donde estar empadronarse», señaló. Asimismo, opina que quizás unas medidas de seguridad «menos restringidas» también han hecho cambiar de opinión a estos ciudadanos.

Sobre la disponibilidad de vivienda en Castellote, a día de hoy «no queda nada», confirmó el propio Millán. Entre otros motivos, las obras en la presa de Santolea han hecho que «esté todo alquilado, casas nuevas, viejas, todo», apuntó el alcalde. Además, Ramón Millán aseguró que era el «momento perfecto», con esta oleada de peticiones de vivienda en el medio rural, de «poner en valor la España vaciada, que sea la España que pueden emplear en estos momentos aquellas personas que en su momento no lo tenían en la cabeza», añadió Millán.

No solo esta comarca se ha visto beneficiada por esta ola de demandas, sino también municipios de la comarca del Bajo Aragón Caspe, de la comarca del Matarraña o de la provincia de Huesca. Y, también, personas jubiladas o descendientes de personas que ya conservaban su domicilio.