Lo veo como un atentado muy serio contra la participación ciudadana". Con estas palabras el exalcalde socialista de Miralbueno, José Luis Castillo, cesado el pasado 12 de noviembre por Juan Alberto Belloch tras 25 años en su puesto, rompió ayer el silencio mantenido desde su destitución. Precisamente el cese será tratado en el pleno municipal de hoy.

Después de dos semanas de terremoto político, Castillo aseguró no entender todavía las razonas de su destitución. "Yo no entro en familias políticas como clave del cese. Respecto a lo que se ha dicho de indisciplina, todos los alcaldes de este país son indisciplinados en el sentido de que por supuesto no están siempre de acuerdo con todo lo que piensa su administración central. Un alcalde debe mirar hacia sus vecinos, más en un barrio rural. ¿Obedecer y callar sin más, cuando en realidad podemos sacar adelante proyectos que interesan al barrio? El cese no se entiende en absoluto", manifestó ayer con vehemencia el exalcalde.

Tampoco considera motivo suficiente su defensa de la escuela infantil. "No me sirve en absoluto la excusa de que la propuesta es descabellada. Creo que no lo es", dice Castillo.

ATAQUE A LA PARTICIPACION El exalcalde definió ayer sin tapujos la trascendencia de los hechos. "Ha sido el hecho más lamentable en 25 años de ayuntamiento democrático en Zaragoza. Miralbueno se ha caracterizado siempre por el trabajo bien hecho y la implicación del barrio, pero Becerril se ha cargado estos 25 años de tradición participativa", afirmó Castillo, quien se declaró preocupado por las consecuencias. En ese sentido, señaló que después de que se haya luchado tanto por la participación ciudadana, "por un decretazo" a partir de ahora "los alcaldes pedáneos pueden verse entre la espada y la pared a la ahora de defender los proyectos".

Los efectos incluyen interrogantes a corto y largo plazo en el futuro de Miralbueno, aunque las últimas declaraciones de Becerril aseguran elecciones en el reglamentario plazo de un mes. "Sería una torpeza no organizarlas. Si se convocan, que es lo que debería suceder, tengo decidido volver a presentarme por el PSOE", aseguró el exalcalde. A largo plazo, y en relación con los temores vecinales a que el cese vaya unido a una reconversión del barrio rural en distrito urbano, Castillo manifestó: "Sería triste que en medio de toda esta tensión los grupos políticos aprobaran un cambio del reglamento que convirtiera a Miralbueno en distrito".

El exalcalde defiende la necesidad de reforzar el papel de los alcaldes rurales y pone de ejemplo el reglamento de Ejea. "Allí, los nombramientos y los ceses los debe ratificar el pleno del ayuntamiento", manifestó. Por su parte, el PAR defenderá hoy en el pleno "la elección directa y vinculante" de los alcaldes de barrio.

Castillo ha agradecido el apoyo recibido y asegura haberse sentido "excesivamente arropado, en sentido positivo" por miembros de todos los partidos y por entidades vecinales, sociales, culturales y deportivas.