El emblemático castillo de Montearagón, en la localidad oscense de Quicena, por fin verá restaurados sus muros y consolidada su estructura. Es el principal objetivo de las obras que ha iniciado esta semana el Ministerio de Cultura y Deporte, que prevé invertir una cuantía total de 1.195.181 euros, en unos trabajos que se estima que se prolongarán durante catorce meses. La característica estampa de este castillo clave en la historia de Aragón, recuperará tras estas obras parte del esplendor con que fue concebido, hace ya nueve siglos.

La intervención en este castillo, construido por Sancho Ramírez en la segunda mitad del siglo XI, está dirigida por el Instituto del Patrimonio Cultural de España y ha sido adjudicada a la empresa Damarin.

Tras una primera fase de estudio de los taludes del monte Aragón, en el que se erige, y la realización de informes petrográficos y geotécnicos, se acometerán intervenciones estructurales de micropilotaje, recalces y cosido de muros para garantizar la estabilidad de las estructuras, según informó ayer el Ministerio de Cultura en un comunicado.

Después, la previsión es actuar en el interior de la fortaleza, donde se consolidarán los vanos y las partes altas de los muros de la fortificación, se arreglarán las grietas, se rellenarán las fisuras existentes y se ejecutarán los sistemas de evacuación en las distintas partes del recinto.

Reapertura

Las obras que han comenzado esta semana y que se prevé que culminen en la primavera del 2022, finalizarán con el acondicionamiento del interior del castillo con el objetivo de garantizar la seguridad de los visitantes en su futura reapertura al público y al turismo.

La restauración del castillo de Montearagón dará continuidad a intervenciones anteriores para garantizar la consolidación de la fábrica, la restauración de las áreas más dañadas y la realización de estudios arqueológicos que se han venido realizando en las últimas décadas.

Entre las actuaciones más destacadas, el Ministerio de Cultura invirtió 442.000 euros entre el 2001 y el 2003 en la restauración de la fachada sur; y 580.000 más entre los años 2006 y 2009 en trabajos destinados a reforzar la mampostería de los muros. Por último, el Gobierno de España invirtió más de 200.000 euros entre el 2010 y el 2011 en la restauración, limpieza, consolidación y recuperación del entorno del muro sur.

Así, los trabajos llegan a Montearagón después de más de una década de actuaciones previas y tras varios retrasos por la pandemia del coronavirus y las pintadas en sus muros, que obligaron a retrasar el inicio de las obras porque eliminarlas requiere de un proceso de restauración más complicado.

La subdelegada del Gobierno de España en la provincia de Huesca, Silvia Salazar, valoró ayer la importancia de esta intervención en un monumento que es «seña de identidad» de Quicena y su entorno y que supone «un activo histórico, cultural y artístico» para toda la provincia oscense.