Nueva vuelta de tuerca en el pleito por las pinturas murales de Sijena y nuevo intento de enmarañar por parte de la Generalitat de Cataluña en su empeño por incumplir las órdenes judiciales que exigen la devolución de esas obras a su emplazamiento original. El consejero de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Santi Vila, presentó ayer un escrito al Gobierno de Aragón pidiendo que declare nulos los acuerdos que tomó en el 2013 por los que autorizaba y ordenaba las acciones judiciales necesarias para la recuperación de las pinturas de la sala capitular de Sijena. A pesar del anuncio hecho por Vila, el Gobierno de Aragón aseguró que no había recibido ninguna notificación de la Generalitat.

La acción emprendida por Vila, que puede parecer incomprensible, es imprescindible para iniciar un proceso contencioso administrativo contra el Gobierno de Aragón para conseguir la nulidad del proceso realizado hasta la fecha y por consiguiente de las sentencias dictadas por el Juzgado número 2 de Primera Instancia de Huesca.

La demanda se basa en la actuación de Aragón contraria al ordenamiento jurídico, según los responsables jurídicos encargados de elaborar este escrito, al defender con recursos públicos intereses privados, los de las religiosas a quien deberían restituirse las pinturas; y en el hecho de que la monja que dio poderes al Gobierno de Aragón para iniciar las acciones en su nombre, Virginia Calatayud, no estaba facultada para ello. Ni su orden (la comunidad de religiosas Comendadoras de San Juan) ni la federación de la que es presidenta (la Federación de los Monasterios de Monjas de la Orden de San Juan de Jerusalén) son propietarias del monasterio de Sijena. Y no fue hasta dos años después, en noviembre del 2015, que se nombró a Calatayud comisaria pontificia de Sijena.

Estos argumentos esgrimidos por los responsables de la notificación fueron rápidamente desmentidos por la Consejería de Cultura del Gobierno de Aragón. Desde el departamento fueron tajantes: «a sentencia sobre las pinturas ya recoge que los servicios jurídicos del Gobierno de Aragón tienen facultad para actuar. Por tanto, la Generalitat está refiriéndose a cuestiones sobre las que la jueza ya resolvió y dictaminó su legitimidad. A la Generalitat solo le queda cumplir la sentencia».

El director del Museo Nacional de Arte de Cataluña, Pepe Serra, se opuso al traslado provisional de las pinturas porque, como la sentencia no era firme, «si la sentencia fuera revocada, resultaría imposible restituir las pinturas al museo, sometiéndolas a un segundo traslado».

Desde que hace ya cuatro meses se dictara sentencia y se ordenara el retorno de las pinturas murales a la Sala Capitular del Monasterio de Sijena, desde Cataluña se ha tratado de entorpecer al máximo esta devolución. Sí han llegado medio centenar de piezas, que ya se exponen en el propio monasterio, pero falta la joya principal de este templo románico, y que se exhibe en una sala destacada del Museo Nacional de Arte de Cataluña. Desde el propio museo han presentado diversos escritos para justificar la negativa a la devolución aludiendo criterios técnicos y de seguridad de las obras.