PIRINEOS 3 El enfrentamiento entre las administraciones de Aragón y Cataluña sobre la presencia del oso Goiat en la cordillera pirenaica está lejos de calmarse. El consejero de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, Damià Calvet, respondió ayer a la carta en la que su homólogo aragonés, Joaquín Olona, le pedía que se hiciera cargo de los daños que está causando en la actividad ganadera. Por el momento, únicamente propone celebrar una cumbre conjunta «para avanzar en las medidas de prevención que permitan garantizar la convivencia de la ganadería con el oso pardo».

Además, el consejero catalán escribe que la introducción de algunos ejemplares de plantígrados llegados desde Eslovenia en el Pirineo, como es el caso del discutivo Goiat, fue un proyecto liderado por Francia en 1996 con el apoyo de la Comisión Europea y con el acuerdo del Estado y de todas las administraciones pirenaicas afectadas. «Nuestra participación en este proyecto no es diferente que la del resto de administraciones y en todo caso es solidaria con el conjunto de estas», asegura Calvet.

El consejero de Junts per Catalunya reitera en la misiva que las actividades de Goita también causa problemas entre los ganaderos catalanes y recuerda que su comportamiento «responde al de un depredador atípico» ante lo que no descarta ninguna medida, como la de capturarlo o extraerlo del medio.