El próximo 8 de abril se cumplirán dos años exactos de una sentencia histórica. La que dictó el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Huesca y que ordenaba a Cataluña a devolver las 97 piezas del tesoro artístico del monasterio de Sijena.

Solo el pasado mes de julio, con más de un año de retraso, la Generalitat devolvió 51 piezas, las de menos valor, que ya se exponen en la nueva sala de exposiciones del cenobio. Pero dejó en el Museo Nacional de Arte de Cataluña otras 44 obras de arte, ya que hay dos que, incomprensiblemente, se han extraviado. Este último grupo de objetos de arte sacro es el que Aragón lleva dos años esperando y que Cataluña retiene mediante estratagemas legales que solo buscan alargar el conflicto.

La última palabra la tiene la Audiencia Provincial de Huesca, ante la que recurrió el Ejecutivo catalán tras fracasar su intento de plantear un conflicto jurisdiccional para que se declarara a la jueza oscense, Carmen Aznar, incompetente para intervenir en el pleito. De esta forma, Cataluña intentaba que se anulara la sentencia que declaró nulas las operaciones de compraventa por las que se enajenaron los bienes reclamados por la comunidad aragonesa.

Este argumento no fue atendido por el Tribunal Constitucional, que en junio del año pasado dictaminó que la magistrada oscense tenía potestad en el asunto de los bienes. «Ahora todos estamos expectantes, pendientes de que se pronuncie la Audiencia de Huesca», subrayó ayer Alfonso Salillas, alcalde de Villanueva de Sijena, que ayer pronunció una conferencia sobre el conflicto en el Centro Joaquín Roncal, en Zaragoza.

En previsión del resultado, posiblemente contrario a sus intereses, la Generalitat ha maniobrado en otra dirección. Sus técnicos mantienen que el monasterio de Sijena no es un lugar adecuado para la conservación de las piezas. Consideran que hay mucha humedad y que, además, no reúne suficientes medidas de seguridad que garanticen que la colección se guarda en las mejores condiciones.

La Diputación General de Aragón, que llegó a pedir la actuación de la Policía para traer a Aragón los bienes objeto del litigio, espera ahora acontecimientos, pendiente de la resolución que adopte la Audiencia Provincial de Huesca.

El pleito por la recuperación de las piezas del cenobio se inició en el 2012 y ha pasado por múltiples vicisitudes. Cataluña ha recurrido todas y cada una de las resoluciones, incluso de mero trámite, de la jueza de Huesca.