Una semana después de que la punta de la crecida del Ebro llegase a Zaragoza con 1.292 metros cúbicos por segundo, el caudal del río ha reducido su intensidad a su paso por la capital aragonesa y se sitúa, según los últimos datos disponibles, en los 870 metros cúbicos por segundo.

No se esperan repuntes del caudal para los dos próximos días debido a que las precipitaciones previstas son de una intensidad menor que las del pasado sábado, que generaron repuntes del caudal significativos en las cuencas del Ñela y Zadorra, según fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

Los caudales tenderán a descender o se mantendrán estables en la mayor parte de los afluentes mientras que en el eje del Ebro el caudal descenderá lentamente, según las previsiones, y se mantendrá estable en su desembocadura.