Las últimas fuertes lluvias en la provincia de Zaragoza han multiplicado por cinco el caudal del río Ebro a su paso por la capital aragonesa. La cantidad de agua que porta se ha incrementado de 21,93 metros cúbicos el pasado 24 de agosto hasta los 125, 51 que alcanzó ayer.

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) explicó a EL PERIÓDICO que esto se debe a que el río presentaba un caudal muy bajo a causa del fuerte estiaje y con las precipitaciones de los últimos días la cantidad de agua ha crecido muy rápidamente.

La CHE recalcó la «tendencia ascendente» que ha manifestado el Ebro está semana. Por el contrario, tras varios días sin llover, el caudal se está reduciendo ligeramente pasando de 125 metros cúbicos a las 12.00 horas a los 108 a las siete de la tarde de ayer.

Este aumento tan drástico de la cantidad de agua que trasporta el Ebro ha sido el más grande del verano. Este río en el periodo estival presenta normalmente un caudal muy bajo. Así, el nivel de agua también ha seguido esta tendencia ascendente y se ha duplicado.

Durante todo el mes de agosto el nivel se ha mantenido entre los 20 y los 25 metros cúbicos. Sin embargo, con las últimas precipitaciones ha empezado a crecer de manera exponencial hasta sobrepasar los cien, desde la pasada semana.

El pasado 29 de septiembre, la provincia de Zaragoza sufrió varias tormentas que trajeron lluvias torrenciales a varias comarcas. Calatayud, el Aranda y el Campo de Borja, entre otras zonas, sufrieron trombas que provocaron la inundación de la calles y los campos provocando grandes destrozos.

Llovió muy intensamente durante poco tiempo, pero fue suficiente para que otros ríos como el Jalón, seco antes de la tormenta, viera también aumentado su caudal. El Aranda también creció rápidamente y en localidades como Brea se desbordaron barrancos. Las zonas afectadas ya están volviendo poco a poco a la normalidad.

EMBALSES

Sin embargo, los embalses de la Cuenca Hidrográfica del Ebro están al 50% de su capacidad total a causa de la sequía característica de esta zona en verano. Los pantanos contienen actualmente 3.748 hectómetros cúbicos frente a los 7.490 que pueden albergar, según los datos proporcionados por la CHE.

Esta última semana, se ha producido una importante disminución de hasta un 2,7% de su volumen hídrico.

Con respecto al año pasado, en la misma semana la situación era de 4.343 hectómetros cúbicos y el 57,9 % del total, mientras que el promedio de los años 2012 a 2016 resulta ser de 4.635 hectómetros cúbicos.

En la actualidad, el agua embalsada no supera el promedio de estos últimos años y también está por debajo de la cifra del anterior.

Los datos revelan que la situación del 2017 ha empeorado notablemente respecto a la media, aunque en el 2012 se registró la capacidad mínima del último lustro en esta semana (3.305 hectómetros cúbicos).

En cuanto al eje del Río Ebro, los embalses están al 50% de su capacidad, con 1.153 hectómetros cúbicos de los 2.304 que pueden contener en su totalidad, tras reducirse un 2,2% en la última semana.

Con respecto a la margen derecha, el nivel de la cuenca es del 29,3%. Los pantanos cuentan con 182 hectómetros cúbicos, frente a los 622 que pueden albergar en su totalidad, tras perder un 1,4% de volumen.

La margen izquierda ha sido la que más ha visto reducida la cantidad de reservas de sus embalses. Se encuentran al 52,9% de su capacidad total, con 2.413 hectómetros cúbicos de los 4.564 que puede contener, tras disminuir su volumen en la última semana hasta un 3,2%.