El consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Sebastián Celaya, se mostró contundente ayer en en el pleno de las Cortes sobre el eterno debate acerca de la legalización del cannabis. «En España no existe una regulación de su uso terapéutico y ya es hora de que la haya», aseveró el titular del departamento en respuesta a una pregunta formulada por la diputada del PP, Rosa Plantagenet.

Celaya incidió en su postura y afirmó que, aunque actualmente el cannabis está considerado una droga, «no podemos negar la realidad y hay profesionales sanitarios que están recomendándolo a sus pacientes», indicó.

En este sentido, añadió que «cualquier fármaco que se utiliza es una droga y posee efectos beneficiosos y secundarios» aunque algunos de ellos «tardan bastantes años en conocerse», aseguró.

Según el consejero, el uso del cannabis «está demostrado que puede ser beneficioso en casos como enfermos de fibromialgia o procesos terminales» aunque matizó que «siempre que se controlen».

ADICCIÓN // En todo caso, Celaya admitió la existencia de un debate sobre la adicción a esta droga que tiene «un impacto social», aunque apuntó que «estos problemas se deben abordar en el Consejo Interterritorial, que debe aprobar el tercer Plan de Drogodependencia», subrayó en su intervención.

Las palabras del consejero de Sanidad fueron rebatidas por Plantagenet, que lamentó que el consejero no alertara a la opinión pública sobre los efectos nocivos del cannabis y de «cómo se alteran las funciones superiores, intelectuales o cómo se pierde la coordinación o la memoria o la aparición de brotes esquizofrénicos», dijo.

La diptuada popular recordó que el perfil del consumidor de cannabis tiene una media de entre 14 y 20 años y un porcentaje de ellos «queda atrapado en la dependencia, pero usted está callado», expuso en referencia al consejero.

El 70% de los jóvenes tienen fácil acceso a estas drogas, apuntó Plantagenet, que, asimismo, añadió que en las comunidades autónomas que han permitido los clubes cannábicos ha aumentado el consumo. «Queremos jóvenes libres y que puedan trabajar, con una salud mental estupenda», concluyó la representante del PP.