El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ha puesto en valor hoy el programa "pionero" que existe en la sanidad aragonesa para prevenir que se den casos de Mutilación Genital Femenina (MGF), con el que han conseguido 47 compromisos de padres para no someter a sus hijas a esta práctica.

En respuesta a una pregunta de la diputada de Podemos Itxaso Cabrera, el consejero ha coincidido en los efectos negativos de esta practica, que ha tildado de "deleznable" para la mujer.

Para ello, ha informado de que su departamento trabaja con el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM) en un tratamiento transversal, en la elaboración de protocolos o la formación de profesionales sanitarios, además de la prevención en casos de situaciones de riesgo cuando estas familias viajen a países de origen donde es habitual esta práctica.

Por último, ha insistido en que se trata de una "grave amenaza" y ha apostado por poner todos los medios para evitar esta "afrenta" a las mujeres, aunque ha reconocido que no es un problema de fácil solución, dado que tiene sus raíces en la desinformación o en mitos religiosos que muchas veces son difíciles de combatir.

Cabrera, por su parte, ha alertado de que se calcula que en torno a 1.500 mujeres en Aragón están en riesgo de sufrir el "drama" de la mutilación genital.

Así, aunque ha manifestado que el protocolo del IAM es "positivo", "idóneo" y se ha trabajado con la sociedad civil, ha expresado "algunas dudas".

En este sentido, ha destacado las consecuencias en función del tipo de mutilación, relacionadas con el estrés postraumático de un acontecimiento "trágico" que muchas veces se vive como un "ritual" o una "celebración" cuando es un "drama".

Por ello, se ha interesado en saber si existe interés en el Departamento de Sanidad en ampliar los servicios de psicología y, en concreto, aquellos especializados en interculturalidad y formación de género.