La Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF) realizó ayer una concentración en la Base Aérea de Zaragoza que reunió a casi un centenar de personas, para mostrar el rechazo al uso de las instalaciones militares de la ciudad para el apoyo de la guerra de Siria por parte del ejército estadounidense. Carmen Magallón, presidenta de la asociación, recriminó al Gobierno central que no ha sido transparente y que no ha informado de estas prácticas. «Pedimos claridad en el uso de nuestro suelo», dijo.

WILPF (sus siglas en inglés) lucha desde hace más de cien años por el desarme, la paz y la justicia, y junto con otras organizaciones pacifistas reclamaron ayer el cambio de los acuerdos que mantienen el Gobierno español con el americano sobre el uso de la Base Aérea de Zaragoza. «No queremos ser partícipes de los bombardeos a seres humanos en Siria, y el silencio nos hace cómplices», declararon algunas de las asistentes. «En un mundo en el que los gastos militares siguen creciendo, en el que no hemos conseguido erradicar la guerra y en el que ha vuelto la tensión nuclear, necesitamos rescatar los valores pacifistas» declaró Magallón. «El movimiento pacifista sigue siendo esencial», concluyó.