Con hasta 15 usuarios y a la espera de realizar un incremento progresivo de la actividad, el pabellón San Juan del Centro de Rehabilitación Psicosocial Nuestra Señora del Pilar, en el parque Delicias, inició ayer la acogida a pacientes subagudos de salud mental. El edificio, recién reformado, ofrecerá medias estancias (de unos 3 meses) y el objetivo es aportar una función recuperadora al paciente inexistente hasta ahora, ya que estos tras estar en las unidades de hospitalización no contaban a su salida con esta rehabilitación intensiva para recuperar su autonomía personal.

Para lograr esa estabilidad clínica se abordarán, de manera tutelada, aspectos básicos como la conciencia de la enfermedad, la gestión de su autocuidado o la potenciación y mantenimiento de la autonomía. «Es un programa distinto y estamos ilusionados. Vamos a cubrir un hueco importante en la salud mental grave. Lo que más funciona con estos pacientes subagudos es la atención individualizada y aquí vamos a hacer un traje a medida para cada uno de ellos en función de su patología y de su pérdida de habilidades», explicó Maite Lanzán, directora del centro psicosocial.

En detalle, Lanzán comentó que «lo que se pretende» es lograr que el paciente haga «una vida diaria» al uso. «Se le va a enseñar desde el cuidado de su habitación hasta la gestión de la alimentación. Ese equipo que estará con el paciente lo hará aquí y también en sus casas para normalizar la situación o en su centro de estudios para tener una vida plena de desarrollo», indicó la directoral.

3,2 millones / La puesta en marcha del pabellón San Juan, cuya reforma está enmarcada en el Plan de Salud Mental 2017-2021 y ha conllevado más de 3,2 millones de inversión, aliviará la presión asistencial de las unidades de agudos en los hospitales, que no pueden abordar la función recuperadora de estos pacientes.

La propia consejera de Sanidad, Sira_Repollés, reconoció ayer durante su visita a las instalaciones que este pabellón «da una salida muy importante a unas necesidades» en salud mental que no se contemplaban hasta ahora. Se trata de usuarios que tras una fase aguda de la enfermedad se recuperan, pero requieren de un apoyo como subagudos. De ahí que no se requieran estancias largas, sino medias para fomentar la autonomía. De momento la actividad se iniciará con 15 pacientes en los próximos días ( (ayer ya se dio permiso para la llegada de los dos primeros), pero el objetivo es incorporar 34 camas nuevas al tratamiento de enfermos mentales en Aragón.

En cuanto al equipamiento del edificio, incluido en la inversión, los espacios se han distrubuido en tres plantas. Por un lado, la planta calle ha quedado destinada a las zonas comunes de estar y descanso de los pacientes, control y zonas de enfermería. En la primera se han ubicado los despachos de los profesionales, la sala de grupos y la sala multiusos, mientras que en la 2ª se ha distribuido de forma semiabierta, con 3 habitaciones dobles y una habitación de observación, control de enfermería, zona de estar y sala polivalente.

En cuanto al personal, está dotado con un equipo multidisciplinar compuesto por profesionales de psiquiatría, psicología clínica, medicina de familia, enfermería de salud mental, terapia ocupacional, trabajo social, técnico de integración social, monitores, TCAE y personal administrativo.