Los centros educativos aragoneses podrán comenzar el próximo curso 2020-2021 sin haber aprobado un plan de contingencia frente a un posible rebrote de coronavirus en sus instalaciones. El departamento de Educación del Gobierno de Aragón da de plazo hasta el 30 de septiembre, más de tres semanas después del inicio del curso (previsto para el día 7), para que los colegios e institutos presenten su plan de contingencia frente a los escenarios dos y tres previstos en la vuelta al cole, que plantean la posibilidad de la aparición de un caso positivo, un brote o el cierre del centro por la transmisión comunitaria del covid-19.

Así se recoge en una orden firmada por el consejero del ramo, Felipe Faci, el pasado 30 de junio y remitida a los centros, a la que ha tenido acceso EL PERIÓDICO. Una directriz que desglosa cómo debe realizarse el regreso a las aulas en todos los ámbitos, desde las ratios, el uso de espacios comunes, el acceso y salida a los centros, el transporte escolar o la utilización de mascarillas, entre otras cuestiones.

Antes de presentar este plan para hacer frente a posibles rebrotes, con el 4 de septiembre como fecha límite, los centros deberán haber validado el plan de contingencia para el escenario 1 de regreso a las aulas, con el que trabaja de manera prioritaria Educación, en el que la nueva normalidad se desarrolla con una incidencia muy baja del virus y sin casos en los centros. Un documento que se debe elaborar siguiendo todos los requisitos establecidos por Educación y que definirá el nuevo día a día de los centros educativos.

HORARIO ESCALONADO

Entre otras cuestiones, según la orden de Educación los centros deben determinar cómo reorganizarán las aulas disponibles para conseguir que se respeten al máximo las distancias de seguridad y se puedan destinar algunos espacios a desdoblar grupos.

En este sentido, la misma orden permite que pueda haber ratios de hasta 30 alumnos en Bachillerato, aunque esta «solo se materializa en materias troncales comunes, ya que las materias troncales de modalidad, específicas, así como las de libre configuración y optativas suelen tener ratios más bajas que permiten mantener la distancia de seguridad». Eso sí, la orden recoge que se debe «priorizar» la conformación de grupos con menor ratio. Para los centros con programa de bilingüismo, se establece una ratio de entre 15 y 22 alumnos y se priorizarán las horas de desdoble para rebajar el número de alumnos por aula.

Además, se plantean horarios escalonados y distintos espacios tanto en el acceso como en la salida al centro, para garantizar las distancias de seguridad.

En el plan de contingencia los centros deberán especificar si hay alumnos y/o docentes que pueden ser pacientes de riesgo frente al virus. Y se hace especial hincapié en la «corresponsabilidad» de toda la comunidad educativa con las medidas higiénico-sanitarias, ya que serán las familias las que deban garantizar que todos los alumnos a partir de 6 años cuentan con mascarilla para acceder al centro. Los colegios solo tendrán una reserva para casos de «emergencia».

Para el seguimiento de estos planes, los centros deberán crear un grupo formado por representantes del colegio, alumnos y familias, y mantener una relación fluida con su centro de salud de referencia.