Hasta cinco meses es el tiempo que se ahorraría un paciente en conocer si padece o no un quiste en el riñón, piedras en la vejiga o un tumor en el ovario. Y todo gracias a la utilización de un ecógrafo por el médico de Atención Primaria. Los tiempos de actuación a partir de entonces también se acortarían y la calidad asistencial aumentaría. Estos son algunos de los objetivos de la reivindicación que la Sociedad Aragonesa de Medicina General (SAMG) ha planteado al Servicio Aragonés de la Salud. Su petición es clara: que dote a los centros de salud de Aragón con ecógrafos de una forma progresiva. La DGA valora la propuesta.

José Manuel Cucalón, que acaba de ser nombrado presidente de la SAMG, señaló ayer las ventajas tanto para el paciente como para el propio sistema sanitario que supondría potenciar el uso de las ecografías --al menos abdominales-- en Atención Primaria. Cucalón subrayó la trascendencia de esta tecnología para los médicos en el medio rural de la comunidad autónoma.

LARGO PROCEDIMIENTO "En Aragón está más que justificado, sobre todo en muchos pueblos, donde el médico que está de guardia las 24 horas podría disponer de un recurso de diagnóstico inmediato", dijo Cucalón. "Así se evitarían desplazamientos, molestias y demoras para poder acceder a una ecografía".

En primer lugar, los médicos de Primaria deben remitir al paciente al especialista, y la cita puede tardar en materializarse entre uno y tres meses. El especialista solicita la ecografía correspondiente (ginecológica, urológica, cardiaca), algo que puede demorarse entre uno o dos meses más.

El médico del centro de salud sólo está autorizado a solicitar directamente una ecografía a Radiología en el caso de que la sospecha de patología sea abdominal. "En este último caso, el tiempo es menor, pero aun así tardamos unos 15 días hasta que se le realiza la ecografía, y otros 15 días para conocer los resultados", señaló Cucalón. "Todo ese tiempo nos lo evitaríamos, y mucho más cuando se trata de ecografías del aparato genital femenino y masculino o del corazón".

Esta iniciativa que ahora quiere impulsar la SAMG ya se viene desarrollando en otros puntos del país, como en Extremadura, Andalucía y Castilla-La Mancha y está previsto que se desarrollen en La Rioja.

Para el representante de la Sociedad de Medicina General, en Aragón existe voluntad de aceptar esta propuesta. "El gerente del Salud, Alfonso Vicente, es favorable y estoy convencido de que al final de este año podremos contar con uno o dos ecógrafos", señaló con satisfacción.

El coste de cada ecógrafo puede ser muy variable, pero José Manuel Cucalón considera que a partir de 18.000 euros se pueden lograr aparatos de alta resolución.

ASESORAMIENTO Para conseguir que la utilización de esta tecnología sea la adecuada, la sociedad científica se ha ofrecido a la administración sanitaria a formar a los médicos de Primaria que así lo deseen. En este sentido, Cucalón explicó que este mes la sociedad científica que preside pondrá en marcha la Escuela Aragonesa de Ecografía con el fin de orientar y asesorar a aquellos que estén interesados.

Por su parte, Mario Bárcena, vicepresidente de la SAMG, destacó los beneficios de la ecografía. "Creemos que es imprescindible por su inocuidad para el paciente, por su fácil manejo, por el dinamismo clínico, por el bajo coste y la alta rentabilidad en el diagnóstico, sobre todo para patologías como el cáncer que deben ser detectadas cuanto antes", insistió.

La propuesta de dotar con ecógrafos la Atención Primaria nació en el seno del IV Congreso Interautonómico Pirineos 2004, que se acaba de celebrar con gran éxito de participación. Los facultativos asistentes valoraron positivamente la inclusión en las consultas de Primaria de la anticoagulación oral desde hace un año.

Los expertos asistentes al congreso también alertaron de la necesidad de prestar mayor atención ante el síndrome metabólico (tensión alta, azúcar alto, obesidad, colesterol...) que padece más de un 20% de la población y que multiplica por tres el peligro de infarto.