El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, y la concejala de Educación e Inclusión, Arantza Gracia, han recibido hoy a 300 alumnos de los 12 Centros Sociolaborales del Ayuntamiento, que se han preguntado "¿Qué puedo hacer yo por la paz?".

Ayudar a las personas, a los pobres, convivir con cualquier sexo o raza, no hablar solo con los amigos sino también con los enemigos, respetar al prójimo o cosas tan simples como "dar los buenos días", un abrazo o sujetar la puerta para que otra persona entre o salga son algunas de las reflexiones que han hecho los alumnos.

También han reclamado aprender de los errores, no discriminar a los diferentes, reflexionar cada día como relacionarse con los demás, respetar y cuidar el medio ambiente, no pegar ni insultar a nadie o no "claudicar".

Estos jóvenes, de entre 14 y 25 años en situaciones de dificultad social que han abandonado tempranamente el sistema educativo, han configurado el lema "CSL por la paz" y han elaborado un vídeo conjunto para celebrar el Día Escolar por la Paz y la No Violencia, que se conmemora hoy.

Antes de ello, han trabajado durante las últimas semanas en torno a las diferentes formas de conflicto y violencia, particularmente sobre las consecuencias para la población indefensa y sobre la participación individual en acciones de violencia.

"Zaragoza os quiere", ha comenzado su intervención el alcalde, quien ha reivindicado que la capital aragonesa fue nombrada en 1996 "ciudad promotora de la cultura de paz" por la UNESCO.

Ha recordado también las grandes movilizaciones contra las bases norteamericanas o el movimiento de insumisos en los años 90, pero ha trasladado ahora la responsabilidad a las generaciones jóvenes, a las que ha instado a pensar en el día a día cómo promover la cultura de paz.

Por su parte, la concejala Arantza Gracia ha agradecido el "esfuerzo" y las "ganas" del profesorado de estos centros y ha resaltado que trabajar por la cultura de paz es algo "muy complejo" en este mundo "terriblemente injusto", especialmente en problemáticas más difíciles de identificar, como la pobreza o el "bullying".