La patronal aragonesa alertó ayer de que la nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), pactado en 950 euros por el Gobierno y los agentes sociales, pondrá en riesgo empresas y empleos en la comunidad, especialmente en sectores como la agricultura, limpieza, empleo doméstico, hostelería o dependencia. CEOE Aragón, además, insiste en que Aragón podría haber creado en el 2019 un total de 1.333 empleos más sin la subida del salario mínimo. Asimismo, señaló que la medida originó pérdidas en las contratas públicas y pudo aumentar la economía sumergida

La organización recuerda que la preocupación existe en el tejido empresarial por el alza del SMI, ya que se han visto obligadas a subidas salariales del 19,1% en solo dos años, lo que ha repercutido en el mercado laboral.

El Gobierno de Aragón presentó recientemente un estudio en el que detectó un notable descenso de la contratación en sectores como las limpiadoras de hogar y lo vinculó, entre otras medidas, al incremento del SMI. La consejera de Economía alertó de que algunos subsectores como la hostelería, el transporte terrestre, la agricultura y el colectivo de empleadas de hogar sufrieron de forma más acusada el menor ritmo de creación de empleo hasta el tercer trimestre del 2019.

El presidente de CEOE Aragón, Ricardo Mur, admitió que la subida del SMI es una «buena noticia para los trabajadores» que verán elevada su nómina mensual, pero es «una mala noticia» para la competitividad, al tiempo que mostró su preocupación de que haya compañías que no puedan asumir los costes y derive en una destrucción de empleo.

Según la CEOE, los trabajadores que perciben el SMI en Aragón son unos 61.902 (en España 2.089.048), lo que supone el 13,06% de los asalariados y el 10,6% del total de ocupados (incluyendo a los empresarios autónomos), y la gran mayoría de los convenios en Aragón y en España fijan sus salarios inferiores por encima del SMI.

A juicio de Mur, los sectores más vulnerables a esta medida pueden ver comprometida la viabilidad, especialmente en pymes y, por tanto, de sus empleos, ya que los costes laborales representan un porcentaje muy importante de su volumen global de costes y se ven obligadas a repercutir esa subida al cliente.

CEOE prevé que la suma de subidas del salario mínimo presione al alza en la negociación colectiva del resto de trabajadores y repercuta negativamente sobre el clima laboral.