La Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas ha reclamado hoy “en voz alta” estabilidad política que dé confianza a la ciudadanía y al mundo empresarial, con normas que al menos tengan una duración previsiblemente larga.

Así lo ha transmitido el presidente de Cepyme Aragón, Aurelio López de Hita, antes de la apertura en las Cortes de Aragón de una Convención de Organizaciones Empresariales de Pymes de España para analizar sus retos de futuro, que pasan por evolucionar y adaptarse a las necesidades de las pymes de globalización y digitalización.

“Para dar sensación de estabilidad lo que no se puede es estar permanentemente cambiando los criterios, haciendo hoy bueno lo que ayer era malo, y viceversa” porque la incertidumbre, ha remarcado López de Hita, “es muy mala en todo”.

Acompañado por la presidenta de las Cortes, Violeta Barba, y el secretario general nacional de Cepyme, José Alberto González-Ruiz, López de Hita se ha referido a la ralentización de la economía, a las “luces rojas parpadeando” de las que lleva tiempo advirtiendo y, en ese sentido, ha incidido en que han de defenderse las ventajas que sigue tiendo Aragón respecto al resto del país, con un crecimiento y un nivel de industrialización por encima de la media.

En ese sentido, ha remarcado que “el esfuerzo de ocho o diez años se puede perder en ocho o diez meses, o menos”.

Además, en línea con el objetivo de la convención, ha desgranado los retos fundamentales del tejido empresarial: intentar aumentar de tamaño, captar personal cualificado para responder a las nuevas demandas en tecnología -y eso incluye la adecuación de todo el sistema educativo respecto a la formación en empleos que hoy no se conocen- y ser competitivas.

Pero sobre todo, en su opinión, la empresa tiene que tomar conciencia de su responsabilidad social.

“Hoy en día una empresa no es una máquina de ganar dinero, tiene que ser una máquina de crear empleo y buen ambiente, de innovar y de que sea reconocida y respetada en su entorno” y es preciso, en ese objetivo, un esfuerzo de la administración, de las organizaciones y de los empresarios.

Así, ha apuntado que las organizaciones empresariales, al igual que las sindicales y el conjunto de la sociedad, tienen que estar “al día en todo” y responder con celeridad y exactitud a las demandas de la sociedad y del tejido empresarial”.

“Si seguimos haciendo lo que hemos venido haciendo durante los últimos años, el fracaso está asegurado”, ha pronosticado.

Barba, por su parte, ha puesto en valor el tejido productivo de las pymes, que aseguran la vertebración del territorio y deben ser responsables en la creación de empleo de calidad y sostenible a medio plazo,

El secretario general nacional de Cepyme, José Alberto González-Ruiz, ha insistido en que las organizaciones empresariales, que cumplen este 2018 cuarenta años, deben seguir evolucionando porque su reto no pasa hoy solo por defender los intereses empresariales en el marco del diálogo social, sino por adaptarse a las necesidades de las pymes ante la globalización y la digitalización.

Ha cerrado la convención el presidente de Aragón, Javier Lambán, quien ha defendido el papel de las empresas por ser “el motor más importante del progreso de cualquier sociedad” y al impulso que en su mandato se ha dado al diálogo social.

Además, ha destacado su defensa de los intereses de la empresa aragonesa, en concreto de la automoción en su reciente reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante los problemas que genera la nueva regulación del diésel.