Dolorosa, silenciosa y para muchos desconocida, la endometriosis afecta en Aragón a unas 30.000 mujeres. Esta enfermedad ocurre cuando el endometrio (la membrana mucosa que recubre la cavidad del útero) crece fuera de este, su lugar original, y se extiende en forma de quistes a otras zonas próximas del cuerpo como a los ovarios, la pared pélvica, la vejiga, el abdomen e, incluso, los riñones o los pulmones.

«Sucede en la edad reproductiva de la mujer. Las estimaciones nos dicen que afecta a un 10% de la población en edad fértil, que va de entre los 15 hasta los 49 años, Así, el 90% de los casos son leves y solo un 10% son situaciones graves», según explicó a este diario la doctora Ana Cristina Lou, especialista en Ginecología y Obstetricia del hospital Clínico de Zaragoza. La doctora Lou está al frente, desde el 2013, de una consulta multidisciplinar que trata una vez a la semana a pacientes con esta dolencia.

Los síntomas / Entre sus síntomas habituales se encuentran los fuertes dolores menstruales, así como molestias durante las relaciones sexuales, reglas más abundantes, vómitos o problemas de fertilidad. Pero, ¿por qué aparece? «No está claro su origen», afirma Lou.

«La teoría que más se aproxima es la de la menstruación retrógrada. Como el útero se comunica con el abdomen por las trompas, se ha comprobado en algunas mujeres que algo de flujo menstrual puede pasar al abdomen por estos conductos, pero esto solo ha sido verificado en algún caso. Así que de todas formas no explicaría su situación en otras zonas del cuerpo», añadió la especialista.

En cuanto a su tratamiento, «la operación debe ser la última opción», señaló la doctora Lou. «Antes, cada vez que había un quiste se intervenía y el problema era que, durante la operación, por muy exquisita que fuera, se extraía algo de la parte ovárica que estaba sana. Siempre se dañaba algo el ovario, así que ahora el tratamiento tiende a ser conservador. Con medicación hormonal se controla la enfermedad y se mantiene estable», explicó Lou.

Mentalización / Respecto a las consecuencias de la endometriosis, la doctora añade que las mujeres «tienen muy presente» la afección a la posibilidad de tener hijos en el futuro. «La fertilidad se ve un poco disminuida, es una de las grandes preocupaciones, pero la situación solo es extrema en mujeres que han sufrido cirugías ováricas de forma repetida. También por eso operar es el último recurso», comentó.

La doctora apuntó que «los ginecólogos están cada vez más mentalizados» de la existencia de esta patología y, desde el Clínico, han realizado varias estancias en el hospital La Paz de Madrid, centro de referencia de la endometriosis a nivel nacional. «Como toda enfermedad, hay que pensar en ella para encontrarla y dedicarte a ella. Hoy en día, casi todos los ginecólogos tienen un ecógrafo en consulta y eso ayuda tremendamente a su detección», indicó Lou.

En el proyecto de tratamiento de endometriosis del Clínico participan desde urólogos y psiquiatras hasta especialistas de la unidad del dolor.